Setenta y tres metros de largo, 24,1 de altura y 79,75 de envergadura, la distancia entre las puntas de sus alas. Éstas son las dimensiones del avión Airbus A380, el avión más grande del mundo, que aterrizó al mediodía de ayer por primera vez en España, en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona.

La aeronave, propiedad de la compañía de bandera alemana Lufthansa, fue fotografiada por centenares de aficionados a la aviación que se concentraron en el entorno del aeropuerto y que soñaban con este día.

El Airbus A380 llegó a Barcelona tras una ruta que le ha llevado desde Frankfurt a Palma de Mallorca y, desde allí, a la capital catalana. El avión aterrizó a las 13.30 horas, veinte minutos más tarde de lo previsto. A su llegada, el director del aeropuerto de El Prat, Fernando Echegaray, afirmó que este avión «demuestra que esta instalación está preparada para tener conexiones intercontinentales, con Australia, Japón o Estados Unidos» y se mostró confiado en que, en el futuro, se puedan operar rutas desde El Prat con el A380.

La compañía Lufthansa ha fletado este vuelo con un avión que desde el mes de junio utiliza para cubrir la ruta entre Frankfurt y Tokio. Próximamente, también operará con el A380 desde Frankfurt a Pekín y Johannesburgo. La aerolínea ha informado que, de momento, no existen planes de que el avión más grande del mundo opere en España de manera regular en un futuro cercano. El aterrizaje del A380 fue todo un revuelo en el aeropuerto de El Prat. Centenares de «spotters», personas aficionadas a captar la imagen de aviones mediante fotografías o grabaciones de vídeo, abarrotaron el aeródromo con la ilusión de llevarse una instantánea del aterrizaje del avión más grande del mundo en España. «Yo llevo aquí desde las 10 de la mañana», explicó el aficionado Pau Llull, que dijo que «el A380 es el sueño de cualquier aficionado a la aviación». El Airbus A-380, con capacidad para 555 pasajeros en su versión estándar y hasta 850 en configuraciones con todos los asientos en clase turista. Lo nunca visto antes en España.

Ahora a los aficionados a los aviones, y especialmente a los grandes, les queda esperar otra vez, ya que, tal y como afirmaron desde la compañía, el avión más grande del mundo no vino para operar desde España. Se posó y se fue.