La polémica no desfiló este año. Tras la polvareda que levantaron sus pantalones el año pasado, Letizia Ortiz no arriesgó y optó por un look discreto en el Día de la Hispanidad: un traje con falda de tweed en tonos rosa pastel, con una blusa rosa, zapatos de tacón alto de la misma gama de color. Nada que ver con los pantalones grises y el chal de 2010 que tanto revuelo causaron. Mientras la Reina Sofía se decidió por el malva, la Infanta Elena también iba de rosa y Cristina prefirió tonos dorados. La ministra de Defensa, Carme Chacón, volvió a ser fiel al traje pantalón en negro.

En 2010, Letizia Ortiz llevaba un pantalón con corte pata de elefante, diseñado por Felipe Varela, y los expertos se apresuraron a afirmar que esa prenda no seguía las normas del protocolo, a lo que hubo que añadir un chal en gris y azul.

Ayer, finalizado el desfile de las Fuerzas Armadas, los Reyes ofrecieron la tradicional recepción en el Palacio Real a casi un millar de representantes sociales y políticos y de las altas instituciones del Estado con motivo de la Fiesta Nacional. El proceso de recuperación del Rey tras su reciente intervención quirúrgica y que no le permite estar mucho tiempo de pie obligó a limitar el tradicional «besamanos», en el que los Reyes saludan de forma individual a cada uno de los asistentes, por un saludo general a las principales autoridades. Recibieron el saludo de la Familia Real el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, el presidente del Congreso, José Bono, el del Senado, Javier Rojo, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, y el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ha arrestado a un presunto culpable por piratear el teléfono móvil de la actriz Scarlett Johansson, del cual se obtuvieron varias fotografías comprometedoras que más tarde se publicaron en internet. El FBI no identificó a las víctimas en la investigación, denominada «operación Hackerazzi», que se remonta al año pasado, cuando otros famosos empezaron a constatar que alguien había accedido a sus archivos personales. La investigación federal comenzó a finales de 2010 tras las denuncias de varias figuras de Hollywood sobre intervenciones telefónicas y de computadoras. La filtración de las fotos de la actriz desnuda ocurrió el 14 de septiembre, tras lo cual Johansson puso el asunto en manos de sus abogados.