La Mercedez-Benz Fashion Week Madrid arranca hoy en el recinto ferial Ifema y en algunos emplazamientos de la capital, con el fin de ganar relevancia internacional adelantándose a las pasarelas de New York y Londres, y apostará por convertirse en motor de la moda española, según sus organizadores.

El diseñador moscón Marcos Luengo presentará el domingo en el Ifema sus nuevos modelos. Además, la asturiana María Lafuente ofrecerá su trabajo en Madrid es Moda (MeM), el festival de moda urbano organizado por la Asociación Creadores de Moda de España que acompaña a la pasarela madrileña. El 30 de enero, Lafuente cerrará Madrid es Moda con un desfile en la N@ve Boëtticher.

La antigua pasarela Cibeles recupera destacados nombres de la moda española como Pedro del Hierro, Oliva, Leandro Cano y Moisés Nieto. Este miércoles presentarán su colección cinco firmas por la ciudad: Duarte, Pilar Dalbat, Jesús Lorenzo, Oteyza y Pedro del Hierro, después de 15 años de ausencia. Mientras que mañana será el turno de la creadora María Escote, con la presentación de su colección con el concepto "See now, Buy now", que abrirá los desfiles. El cierre correrá a cargo del diseñador Palomo Spain, uno de los nuevos talentos.

Beatriz Peñalver es una de esas artistas que demuestran cada día que los sueños, con perseverancia y mucho esfuerzo, se cumplen. La joven diseñadora granadina creó su marca en 2012, tras abandonar su carrera en el mundo de las finanzas para el que se había formado, y ayer, seis años después, presentó su colección para el invierno de 2018 dentro del marco de la pasarela OFF. Su propuesta "Old Stories" es un remake de sus siluetas más icónicas, de esos diseños que la han convertido en una promesa de la moda española. Y por eso, como mujer empresaria y fundadora de su proyecto personal, presentó una colección que habla de su historia para inspirar a otras, para demostrar el poder femenino.

La diseñadora mezcla prendas básicas como abrigos oversize de paño en beige o verde, con parkas de tejidos tecnológicos en negro y vestidos de crepe, con juegos de volúmenes para dar libertad total a la silueta, en color rojo, para dejar constancia de la pasión y entrega que llevan consigo cada uno de sus diseños. Los brillos ponen ese punto de tendencia imprescindible, en monos ajustados al cuerpo, en leggings que se combinan con bodys de volantes -guiño a su tierra de origen-, y mezclados con lana o jacquard para lanzar la mirada al futuro. Una colección concentrada, con un mensaje claro, que se presentó en el marco perfecto, el Singular Market, un "concept store" situado en el madrileño barrio de Embajadores.