El próximo año cumplirán un cuarto de siglo en los escenarios. Mañana volverán a salir a las tablas de la sala Estilo de Oviedo (23.00 horas). Ayer por la mañana ya habían vendido más de mil entradas con lo que es posible que cuelguen el no hay billetes. Pocos músicos pueden jactarse de llenar allí por donde van después de 25 años. Son "Camela", la enseña de la tecno-rumba, un proyecto que empezó como entretenimiento. Ángeles Muñoz, cantante de "Camela" hacía ayer un repaso a todos estos años.

- Una duda, ¿de dónde viene el nombre de "Camela"?

-Es una palabra gitana que significa "querer". El nombre lo pusieron Dioni (el otro componente del dúo) y un amigo.

- ¿Qué es ahora "Camela" después de casi 25 años?

-Seguimos siendo las mismas personas que empezamos en la música como hobby. Dioni se enamoró de mi hermana y la persiguió hasta conseguirla y a mi me consiguió para la música. Yo era muy fan de Michael Jackson y me llegó este hombre que era el Michael Jackson español. Empezamos a cantar de broma. Nunca pensamos que aquella maqueta que grabamos la fuese a escuchar un hombre que tenía un sello discográfico pequeñito. El sello se llamaba AR, si nos llega a pillar una multinacional....

- ¿Podrían haber sido aún más grandes?

-Hubiésemos llegado antes a América. AR era un sello que no tenía poder.

- Y que vendía sus discos en las gasolineras.

-Eso no es así. No empezamos en las gasolineras, empezamos como todo el mundo. Nuestros discos también estaban en El Corte Inglés. De todos modos, ojalá se vendieran otra vez discos en las gasolineras. Nos podría haber promocionado alguna marca de gasolina. Nadie hizo tanta promoción a las gasolineras como nosotros. Pero decir que vendíamos sólo en gasolineras es una tontería muy grande. Además, en las gasolineras también estaban Julio Iglesias o Shakira.

- No tuvieron formación musical.

-No. Nos lo pasábamos bien. A Dioni le gustaba el flamenquito y yo era más de Phill Collins y "Dire Straits". Dioni me ponía a los Chichos y me pedía que le hiciese los coros, yo tenía que hacer aquella voz de gitana. No estudiamos nada. La primera vez que fui a una foniatra fue porque me quedé afónica. Mi voz es muy grave en comparación con cuando canto y me quedé afónica. La foniatra me enseñó a hablar para no hacerme daño. Siempre hemos cantado como nos ha parecido aunque ahora sí que reconozco que unas clases no nos hubieran venido mal.

- ¿Cómo se logra llenar las salas después de 25 años?

-Por los fans que tenemos. Este año vamos a hacer 60 conciertos y tenemos público y ganas para seguir otros 25 años. A nuestros conciertos siempre ha venido todo tipo de público, desde niñas de tres años a abuelas. Me alucina ver a los niños en primera fila. El año pasado cuando estábamos cantando "La estación del querer", una canción que tiene 20 años, un niño de 9 años que estaba en primera fila se puso a llorar. Es algo muy bonito. Todo lo que conseguimos es gracias a ellos, siempre ha sido así.

- ¿Qué pasará si un día no se venden las entradas para sus conciertos?

-Nos ha pasado una vez. Un día, hace muchísimos años, nos dijeron que no se había vendido casi nada, que la promoción había sido mal, se suspendió el concierto y al año siguiente llenamos la sala.

- Todo apunta a que en Oviedo volverán a llenar.

-Me alegro muchísimo cada vez veo la sala llena. Siempre hemos tenido un caché no muy alto para que los fans puedan pagar las entradas. Nunca nos hemos subido a la parra y nos podíamos haber hecho multimillonarios.

- ¿Habrán ganado dinero?

-Sí. Pero no tanto como piensa la gente. El contrato del primer disco marcaba que cada uno de nosotros cobraba el 1 por ciento de las ventas. Fue un hobby que se convirtió en una profesión. Es como si te gusta esquiar y te pagan por ir todos los fines de semana, qué más puedes pedir.

- ¿Los fans entendieron la salida de Miguel Ángel Cabrera del grupo?

-Mejor de lo que esperaba. Lo entendieron mejor que yo. Me llevé una enorme sorpresa cuando lo dijo. Le echo de menos cada vez que estoy en el escenario, miro hacia atrás y no está.