Los Reyes y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, han completado su estancia veraniega en Mallorca, que este año ha estado marcada por los encuentros familiares con la Reina Sofía, que han transmitido normalidad en la relación después del desencuentro que hubo en Semana Santa en la catedral de Palma.

Felipe VI ha estado dos semanas en la isla, unos días más que el pasado verano, en las que ha alternado la actividad institucional, la participación en la Copa del Rey de vela, el ocio y las reuniones con la familia.

Los Reyes y sus hijas van a continuar sus vacaciones durante agosto, aunque, como es habitual, el Palacio de la Zarzuela no informa de lo que harán.

Don Felipe y doña Letizia harán un paréntesis para asistir el próximo día 17 al homenaje a las víctimas de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils, el único acto oficial de este mes.

La etapa estival arrancó con la ausencia del Rey Juan Carlos, a quien una lesión de muñeca le impidió a última hora viajar a la isla para participar en la Copa de vela, en medio de la controversia por el caso de las grabaciones de la empresaria Corinna zu Sayn-Wittgenstein. La foto de los dos reyes se frustró, pero, en su lugar, fueron las dos reinas las que adquirieron protagonismo por las apariciones que hicieron con Leonor y Sofía.