El ex compañero sentimental de Miguel Bosé, el escultor valenciano Nacho Palau, ha emprendido acciones legales contra el cantante tras la ruptura de su relación y convivencia, según ha informado el despacho de abogados valenciano Ortolá Dinnbier, especializado en asuntos de familia.

En un comunicado, este despacho informa de que interpondrá, en representación de Palau, "las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores". La pareja que formaban Palau y Bosé tiene cuatro hijos: Diego y Tadeo, de siete años, y Telmo e Ivo, de seis. Dos de ellos se han ido con Bosé a vivir a México y dos están con Palau en España.

Todo ello se produce "tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con Miguel Bosé Dominguín durante más de 26 años", y tras "fracasar las negociaciones previas que en su evitación se han venido desarrollando", según reza el citado comunicado.

Bosé, que ha vendido más de 30 millones de discos y cuenta con más de 70 éxitos que han sido número uno en Europa y América, reside desde hace poco en México, adonde se mudó tras vivir cuatro años en Panamá, y ha mantenido un discreto bajo perfil y no se ha dejado ver públicamente. La relación con Palau nunca se hizo pública.

El rey Alfonso XIII fue el primer viajero del Metro de Madrid. Era el 17 de octubre de 1919 cuando el monarca bajó a esos andenes subterráneos y realizó el trayecto Sol-Cuatro Caminos. Ayer, cuando se cumplían 99 años de aquel viaje inaugural, Felipe VI conmemoró la visita de su bisabuelo tomando él mismo el metro, ante la sorpresa de cientos de viajeros.

El monarca penetró en el metro en la estación de Sol. La línea 1, popularizada por Joaquín Sabina en su canción "Caballo de cartón", fue la elegida por el Rey para completar su trayecto hasta Chamartín, un viaje de veinte minutos en los que el convoy realizó todas sus paradas habituales: Tribunal, Bilbao, Iglesia, Ríos Rosas, Cuatro Caminos, Alvarado, Estrecho, Tetuán, Valdeaceras, Plaza de Castilla y, finalmente, Chamartín. Don Felipe completó el trayecto en el primer coche del convoy, al que se subió durante el trayecto algún viajero que se sorprendió al descubrir al monarca, que estaba acompañado por la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido.

Don Felipe, de pie durante todo el recorrido, ha aprovechado para conversar con una docena de trabajadores de Metro de Madrid, entre ellos un maquinista, una supervisora comercial, responsables de mantenimiento, un coordinador de sala, un jefe y un técnico de línea, un delegado de Seguridad y un técnico de Protección Civil, que han expuesto al Rey sus respectivas experiencias laborales.

"Me pilla un poco a desmano", bromeó el monarca cuando una periodista le recordó que él no es usuario habitual del Metro, antes de añadir: "Ya tengo el cartel, por algo se empieza", en alusión a una placa con el conocido rombo identificativo de esta compañía, que había recibido como obsequio simbólico al final de la visita.

Tras su viaje en metro, Felipe VI manifestó, en una conversación informal con periodistas, que le alegraba comprobar la evolución positiva de un medio de transporte del que los madrileños se pueden sentir orgullosos.

Una vez en Chamartín, entre la expectación de numerosos viajeros que cruzaban su espacioso vestíbulo con varios niveles, ha posado junto a un mural con la conocida foto de su bisabuelo cuando inauguró la compañía el 17 de octubre de 1919, imagen a la que aplicaron el "photoshop" de la época para corregir los ojos cerrados de Alfonso XIII, según comentaba don Felipe, con aire divertido. Allí, el monarca se subió al mismo vagón en el que viajó su bisabuelo, que ha sido restaurador, y posteriormente recreó la fotografía que se hizo aquel, posando con 120 trabajadores de todos los departamentos.