Los Reyes visitaron ayer Orihuela, en Alicante, y Los Alcázares, en Murcia, para arropar a sus vecinos tras los graves destrozos causados por la gota fría. Don Felipe y doña Letizia elogiaron su capacidad de reacción y de colaboración para recuperar la normalidad. Con las calles ya limpias, aunque con las secuelas del lodo aún presentes en muchos hogares, los Reyes se volcaron en transmitir su ánimo a los cientos de vecinos que tanto en Orihuela como en Los Alcázares salieron a la calle para agradecer su gesto.

"Habéis dado una gran imagen de país y de gran categoría humana", manifestó el jefe del Estado en Orihuela, durante la reunión que mantuvieron en el Ayuntamiento con las autoridades locales y los servicios municipales para conocer el balance de daños y las tareas desarrolladas desde las inundaciones, algo que la pareja real también hizo en Los Alcázares.

Los Reyes estuvieron acompañados durante la gira por el ministro de Ciencia en funciones, Pedro Duque, y por los presidentes de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y de la Región de Murcia, Fernando López Miras.

Hicieron su primera parada en la capital de la Vega Baja del Segura, donde numerosas personas les esperaban en los alrededores del casco antiguo, en un ambiente de júbilo que contrastaba con la tragedia vivida hace apenas veinte días. "Puede parecer una cierta contradicción, pero estamos tan necesitados de buenas noticias después de la catástrofe, que esto se ha transformado en una manifestación de cariño, alegría e ilusión", se justificó el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana. En deferencia por la visita, el Consistorio oriolano sacó la Gloriosa Enseña de "El Oriol", una de las banderas más antiguas de España, del siglo XVI, y la inclinó por primera vez ante un Rey. La Reina se llevó de Orihuela un manojo de dibujos de los niños, uno de ellos con el lema "¡Fuerza!".

En Los Alcázares, donde está la residencia del Montepío y Mutualidad de la Minería Asturiana, los Reyes se dirigieron a la zona de la playa, deteniéndose constantemente para saludar y conversar con la gente. Antes de llegar a la localidad, los Reyes pasaron por la base aérea de San Javier para mostrar sus condolencias por los tres militares fallecidos en accidente recientemente.