Sin Catedral debido a las obras, sin botafumeiro, sin parada militar ni multitudes... este año la ofrenda al Apóstol, en Santiago de Compostela, se realizó con visita real y alfombras florales engalanando los alrededores de la iglesia de San Martiño Pinario, por segunda vez consecutiva. Esta fue ayer la estampa del Día de Galicia en la capital gallega, a donde acudieron los Reyes para participar en una ceremonia atípica, marcada por el covid-19, que también impregnó los discursos del monarca y del arzobispo.

Por su parte, Felipe VI recetó "unidad profunda y solidaridad entre territorios y personas" para superar la crisis sanitaria. En un momento en el que el número de contagios está subiendo debido a los rebrotes en varios puntos del territorio, el monarca pidió también "diligencia y prudencia" y agradeció "el impagable sacrificio de los ciudadanos en todas las esferas de actividad", que han "combinado la entrega sin límites con una profesionalidad extraordinaria".

Esta es la segunda vez que Felipe VI, acompañado de la Reina Letizia, actúa como oferente, pese a no ser Año Santo, aunque la tradición manda que los reyes presidan la veneración al Apóstol coincidiendo con el Xacobeo. La primera fue en 2014, poco después de su coronación, como homenaje a las víctimas del accidente de Angrois, que había tenido lugar un año antes.

La visita a Santiago se incluye en la ronda que el monarca está realizando por las comunidades autónomas, desde el pasado mes de junio, y en la que además viajará por otras zonas de Galicia. A Asturias se prevé que acudan esta próxima semana, aunque todavía no hay una fecha oficial.

En la capital gallega, los Reyes fueron recibidos por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, entre otras autoridades. Felipe VI aseguró tener "la mirada puesta" en la celebración del Xacobeo en 2021, por lo que si sigue los pasos de su padre y de los antecesores en el trono, regresará el próximo año a la capital compostelana.

Tras enfatizar la importancia de la tradición de la ofrenda al Apóstol, advirtió que el país se enfrenta ahora a "un desafío enorme" que "no solo afecta a la salud o a la economía, sino también a la confianza de las personas en el futuro que, para muchos, puede dejar de ser un hogar acogedor para convertirse en un horizonte incierto".

También dedicó una parte de su discurso a recordar a las "miles de víctimas" de la pandemia. "Afrontar las consecuencias económicas y sociales frente al virus requiere una unidad profunda de nuestros valores compartidos y un compromiso firme en la búsqueda del bien común", afirmó. El monarca también ensalzó el proyecto europeo y defendió "medidas solidarias para seguir caminando juntos", coincidiendo con el cierre del pacto en la UE para inyectar 750.000 millones con el objetivo de paliar la crisis del covid-19 y la negociación del nuevo marco financiero en Bruselas.

Coincidiendo con la visita de los Reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también mandó a través de Twitter un mensaje de felicitación a los gallegos, en su día, reivindicando sus tradiciones y una mirada esperanzada ante el futuro.