Todo el mundo quiere una cena de Nochebuena y una comida de navidad seguras, por eso, se están disparando las ventas de test de antígenos y los laboratorios apenas tienen huecos libres para hacer PCR. Nadie quiere sentarse a la mesa contagiado y poner en riesgo a los demás. Si recorremos las farmacias asturianas, es muy difícil encontrar, por lo menos a la primera, una que tenga la ansiada prueba. "Hemos llegado a vender 200 en un día", explica Javier Alonso Nestares de la farmacia Nestares. En este establecimiento en pleno centro de Oviedo esta mañana sólo les quedaban dos cajas a la venta. "Se forman colas en cuanto la gente se entera de que llega una reposición, los proveedores no dan abasto y nosotros no llegamos para da a todo el mundo". El fin de semana se registró un pico importante de ventas sobre todo en los establecimientos que abrieron los festivos. Solo unos pocos han podido hacer acopio de test para sus clientes. "La semana pasada estuvimos guardando porque lo veíamos venir. Las ventas se han multiplicado por diez respecto al mes pasado", reconoce Pilar Cavia de la Farmacia Cavia de Oviedo. Las empresas del sector dicen que los test de antígenos se agotarán en stock si sigue esta demanda