El "euroculete" ha agitado al sector sidrero asturiano. La iniciativa de Carlos González, hostelero de Oviedo que ha apostado por servir culinos a un euro en su establecimiento para satisfacer la demanda del turista, sorprende y causa polémica a partes iguales. "Hay muchas formas de consumir sidra, pero el arraigo en Asturias es escanciarla para beberla en un chigre rodeado de gente mientras se habla y se come". Estas son las palabras con las que el antropólogo y profesor de Antropología en la UNED, Xuan de Con, resume el significado de la cultura sidrera que, aunque sea tradición, ha ido cambiando para adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad y, sobre todo, del turismo, como es el caso del hostelero ovetense.