Treinta y siete millones de españoles están convocados a las urnas en las decimocuartas elecciones generales de la historia democrática moderna. Unas elecciones más abiertas y más fragmentadas que nunca en las que por primera vez cinco formaciones políticas tendrán peso suficiente para decidir la formación del futuro gobierno y quién lo presidirá. Conscientes de su carácter decisivo, de su trascendencia, se está constatando una participación muy superior a las pasadas elecciones de hace tres años.