Carmen Sevilla fallecía el pasado 27 de junio a los 92 años después de más de una década luchando contra el alzheimer alejada de los focos. Un adiós en silencio al que seguía un velatorio en la más estricta intimidad por expreso deseo de su hijo, Augusto Algueró, que quiso preservar la imagen de su madre hasta el último momento. Y ahora, 105 días después de su muerte, 'ABC' ha revelado que las cenizas de la inolvidable artista continúan en el Tanatorio de Pozuelo de Alarcón, sin ser recogidas por el compositor.