Oviedo, L. Á. V.

Se sentían los héroes de la jornada. «A las pocas horas lo tenían colgado los diarios digitales de Argentina», asegura Sergio Naves, estudiante de Derecho y uno de los participantes en la protesta contra Aznar, en la que no todos eran universitarios. «Lo montamos todo el miércoles en un par de horas. Pensábamos que iba a ser el viernes, por eso sólo pudimos reunir a 41», añade. «Hubiésemos hecho lo mismo si un maltratador intentase hablar de ética en la pareja en la Universidad», dijo Daniel Ripa, uno de los manifestantes. Los estudiantes, además, indicaron que habrá «fuertes movilizaciones estudiantiles» si uno solo de ellos es detenido por estos hechos.

La organización táctica fue fácil. «Hicimos dos grupos. Los que se habían marcado menos en las protestas contra Bolonia fueron designados para entrar en el acto, por parejas y con diferentes consignas», añadió. Daniel Ripa, estudiante de Ciencias del Trabajo, asegura que «uno de los causantes de la guerra de Irak no podía venir a dar lecciones». Para este joven, «lo primero es que reconozca que se equivocó, como han hecho otros». La «peineta» que les dedicó Aznar cuando le corearon «¡presidente, presidente!» «demuestra el talante agresivo que ya exhibió cuando gobernaba», añadió Ripa.

La repercusión de la protesta los tiene anonadados.