Colunga, José Luis SALINAS

El más reciente sueño empresarial de la familia Cueto era expandir el negocio de aviación a Brasil y convertirlo «en el mayor del Cono Sur», en uno de los mayores del mundo a la postre. Sueño conseguido. El pasado viernes, la aerolínea Lan, con base en Chile y controlada por esta estirpe de origen asturiano, y la brasileña Tam anunciaron su fusión en un holding que en buena medida va a quedar bajo el dominio de los Cueto. «Tendremos el control y la administración», explica en esta conversación con LA NUEVA ESPAÑA Juan Cueto Sierra, patriarca de la familia. Desde su Colunga natal, donde veranea, el empresario astur-chileno ha seguido unas negociaciones llevadas en la distancia corta por sus tres hijos y que no agotan los planes de los Cueto.

-Van a pilotar la que será la undécima aerolínea mundial por facturación (6.500 millones de euros anuales). ¿Qué viene ahora?

-Queda mucha tarea, pero bonita. Tenemos mucha experiencia y nos va a ir bien.

-Son tiempos de crisis, duros siempre para el negocio de las aerolíneas...

-En Lan hemos pasado por muchas crisis y no hubo un mes en que se perdiera plata. Y vamos a entrar en Brasil, que tiene un mercado fantástico.

-La operación es fruto de un acuerdo con la familia Amaro, accionistas principales de la brasileña Tam...

-Tenemos relación desde hace mucho tiempo, nos visitábamos mucho. Y llevábamos más de un año de conversaciones. El control y la administración los vamos a tener nosotros.

Los Cueto, ahora propietarios del 34% de Lan Airlines, pasan con la fusión a detentar el 25% de la nueva Latam Airlines Group. Esa posición y el pacto con los Amaro les dan el control de un holding que nace con 240 aviones, 40.000 empleados y un valor en Bolsa cercano a los 9.000 millones de euros. Es el nuevo imperio de una familia cuyo patriarca mantiene vivo el recuerdo de su Colunga natal en 1937, cuando se embarcó con su madre y hermanos para dejar atrás la Guerra Civil.

-¿Cómo le marcó tener que salir de Asturias con 7 años y en plena guerra?

-Mi mirada de la guerra no fue gris, sino la de un niño, que es siempre optimista. No puedo decir que la guerra afectara fuertemente a mi personalidad, ni que me quitara la alegría de la vida. Lo que sí lo hizo fue la muerte de mi padre, un año después, en 1938. Grabó algo en mi personalidad.

El padre de Juan Cueto Sierra, Enrique Cueto, era alcalde de Colunga, republicano. Había optado por quedarse mientras el resto de la familia partía. Murió fusilado y sus propiedades fueron confiscadas. «La situación fue dramática».

Ya en Chile, Juan Cueto se reencontró con un unos tíos suyos. En el país ya había vivido su abuelo, que había salido de Libardón (Colunga) en 1860 y había regresado 32 años después, tras haber hecho fortuna. «Fue curioso, porque el abuelo tuvo que irse a Chile, hizo la plata allá y luego fuimos nosotros los que nos vimos obligados a emigrar». En el país sudamericano, Juan Cueto tuvo una infancia que recuerda «apretada» en lo económico. Cree que eso quizá le estimuló para emprender después negocios.

-Comenzó con el cuero...

-En realidad comencé antes, cuando me independicé a los 22 años, con un negocio de cafeterías y luego pasé a la rama del cuero. Después vinieron otras inversiones en el sector financiero, bancos y, casi por casualidad, entramos en un negocio de aviones de carga. Nos fue bastante mal al principio, debido al coste del petróleo. Fue cuando la crisis de los setenta. Pero salimos adelante. No era el negocio que más me llamaba la atención, pero mis hijos, cuando fueron saliendo de la Universidad, lo tomaron con entusiasmo. Se transformó en una empresa medianamente importante, hasta que ya en los años noventa pasamos a controlar Lan.

Hasta ese momento, la aerolínea chilena de bandera había estado en manos del Gobierno, pero la fuerte crisis económica que atravesaba el país condujo a una privatización. Lan pasó primero por otros empresarios. «Les fue mal». Fue entonces cuando entraron en juego Juan Cueto Sierra y su socio y amigo Sebastián Piñera, actual presidente del país y también con raíces en Colunga.

-A pesar de la crisis, Lan no ha dejado de ganar dinero.

-Lo ha hecho siempre desde que nosotros tomamos el control. Es una empresa muy sólida y muy reconocida en el mundo de la aviación. La verdad es que me cuesta mirar para atrás, y cuando lo hago me sorprendo de lo que he hecho.

-¿Cómo ha vivido la llegada de Piñera al Gobierno?

-Fue un momento muy feliz. Lo único triste fue que tuvo que dejar la compañía. Lo hizo por razones éticas a pesar de que en Chile no hay ninguna ley que prohíba al presidente compaginar estos puestos. Nuestra relación es de amistad y cariño permanente.

Cueto define a Sebastián Piñera, multimillonario y político conservador que en marzo sucedió a Michelle Bachelet en la Presidencia de Chile, como un hombre pragmático y con gran visión. Tiene raíces en Libardón, aunque más remotas. Explica Cueto que Piñera ha visitado dos veces Asturias en busca de esas raíces, pero que no dio con ningún pariente.

Pasa a la página siguiente