Oviedo, Álvaro FAES

El socialista Javier Fernández será el próximo presidente del Principado de Asturias después de conseguir ayer el apoyo de UPyD, lo que, unido a los votos ya comprometidos de Izquierda Unida, le dará el mando de la región para los próximos tres años. Si todos cumplen como han acordado, aunque no todavía firmado, será en la primera votación de la sesión de investidura, el próximo miércoles, una vez que el día anterior se haya abierto el proceso con los discursos de los candidatos.

«Una pequeña piedrecita que no se mueve de su sitio puede cambiar el sentido de una avalancha». Radiante por haber resultado clave en la formación del Gobierno asturiano, Rosa Díez resumía así el papel de su partido durante la negociación que ayer finalizó. La líder nacional de Unión, Progreso y Democracia viajó a Asturias para anunciar el pacto de legislatura que convertirá a Javier Fernández en presidente.

Fue ayer por la tarde en el hotel de la Reconquista, después de un día intenso de negociaciones que por momentos estuvieron al filo del abismo. Cocinadas durante semanas, no estuvieron a punto hasta casi las siete de la tarde. A esa hora Rosa Díez tenía previsto comparecer junto al diputado regional de su partido, Ignacio Prendes, para hacer el anuncio oficial.

En las filas socialistas optaron por guardar silencio. Era el día del partido magenta. El futuro presidente abandonó la sede de la Federación Socialista Asturiana hacia las nueve y media de la noche ya sabiéndose triunfador de un largo y duro proceso negociador, sonriente junto al secretario de organización, Jesús Gutiérrez, y rehusando hacer declaraciones.

Con el voto de UPyD y el compromiso de extenderlo a un pacto de legislatura, además del apoyo de los cinco diputados de IU, Javier Fernández conseguirá la mayoría absoluta sin necesidad de acudir a una segunda votación.

Finalmente, UPyD cedió en su pretensión de convertir Asturias en una única circunscripción electoral, que era lo único que les separaba de los socialistas desde la semana pasada, a cambio de que sea una comisión parlamentaria la que estudie la reforma de la ley Electoral en busca de los tres objetivos que se marca el partido magenta: «Corregir el desequilibrio en el valor del voto de cada asturiano, defender que se mantenga la barrera del 3 por ciento de los votos para acceder al Parlamento, desbloquear las listas de los partidos y perfeccionar la fórmula electoral para que la composición del Parlamento sea la foto rigurosa y clara de la sociedad asturiana», afirmó Ignacio Prendes durante el anuncio del pacto. La escenificación de ayer por la tarde, con la presencia de la líder nacional de UPyD en Oviedo, fue el punto final a una negociación en punto muerto desde el jueves pasado. Por medio, el infructuoso acercamiento a Prendes de Álvarez-Cascos y la oferta del PP a Foro de darle su apoyo en la investidura si conseguía el visto bueno del partido magenta.

Pero todo estaba ya muy avanzado entre el diputado asturiano de UPyD y los socialistas. El martes por la noche, tras una serie de contactos telefónicos, le remitieron una propuesta desde la FSA. Fernández y Prendes quedaron para verse ayer por la mañana en la Junta General del Principado. Fue a las once de la mañana y el encuentro se prolongó durante una hora y media. En ese momento ya se especulaba con el buen sentido que estaba tomando la negociación.

Pero no iba a ser tan fácil. A Prendes no le convencía la redacción final del texto que aportaba Javier Fernández. Permaneció en la Junta hasta las tres y media de la tarde. En ese momento, Rosa Díez viajaba por carretera hacia Asturias. El anuncio del pacto de gobierno la esperaba y debía ser a las siete de la tarde, con el salón Naranco del hotel de la calle Gil de Jaz a rebosar de medios a la espera de la noticia. En el cuartel general de UPyD, la habitación 104, subía la tensión. La regeneración democrática, expresada textualmente, era innegociable para el partido magenta. En ese punto, además de una ley asturiana de transparencia, incluía la comisión investigadora del «caso Marea». El PSOE jugó hasta el final sus bazas en la guerra de nervios. A la hora prevista, no había rastro de los protagonistas, hasta que, con quince minutos de retraso, Rosa Díez apareció, sonriente, junto a Ignacio Prendes. El acuerdo estaba hecho.

El punto común al que llegaron PSOE y UPyD es un pacto de legislatura para garantizar la estabilidad, contaron desde el partido magenta. «Hemos pactado agendas comunes, prioridades políticas comunes, pero cada uno mantendrá su independencia política para defender sus ideas en el Parlamento», explicó Ignacio Prendes una vez le hubo cedido la palabra Rosa Díez, que fue la encargada de hacer el anuncio. «Asturias necesita un gobierno sólido que esté en disposición de tomar decisiones urgentes y rápidas para salir de la situación de parálisis y bloqueo en la que estamos hace tiempo y eso requería más que un simple acuerdo de investidura», añadió el diputado de UPyD.

La celeridad a la hora de anunciar un pacto que aún no está firmado, trámite que podría llegar mañana, venía marcada por la agenda económica de España. Esta tarde se celebra el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y Asturias se la juega. El consejero de Hacienda y Sector Público en funciones, Ramón del Riego, defiende en el Ministerio el plan de ajuste regional en busca de cumplir el objetivo de déficit que impone el Gobierno central. También presenta el plan económico financiero para los dos próximos años. Lo hace bajo la amenaza de intervención, que Hacienda hizo pública el sábado pasado, pues el ministro Cristóbal Montoro entiende que la «inestable» situación política -la que se vivía hasta ayer- no garantizaba el cumplimiento del objetivo de déficit.

«Nadie tiene ya coartada para intervenir esta región», zanjó Rosa Díez. «A partir del día 22 habrá un presidente y un gobierno. Este pacto garantiza estabilidad para los próximos tres años, con elementos importantes». Y pasó a desgranarlos: «Es un acuerdo de regeneración democrática. Habrá una comisión por el "caso Marea", una reforma de la ley Electoral para garantizar la proporcionalidad del voto, una nueva ley para fusionar municipios y otros aspectos relativos a la sanidad y la educación. Pero hay un punto crucial, que es el compromiso a que se respete el pacto de estabilidad y el objetivo de déficit para que nadie tenga una disculpa para intervenir esta comunidad». De ahí la urgencia por cerrarlo todo ayer.