Gijón, M. CASTRO
UGT está en pie de guerra. Además de las movilizaciones que el sindicato prepara contra los recortes del Gobierno central, también está dispuesto a echar un pulso a la patronal asturiana por lo que consideran nulo interés de las empresas por renovar convenios colectivos que afectan a unos 56.000 trabajadores. «Emplazo a la FADE a buscar algún tipo de acuerdo para reactivar la negociación colectiva. Si no, el último trimestre del año habrá movilizaciones», advirtió ayer el secretario general del sindicato en Asturias, Justo Rodríguez Braga.
El dirigente sindical compareció públicamente en la Feria para anunciar el calendario de protestas contra los recortes en el que «no descartamos otra huelga general», un calendario que tendrá uno de sus puntos álgidos el 15 de septiembre con una concentración en Madrid, y para dar su visión sobre la situación económica actual. Uno de los puntos en los que incidió es el de la ausencia de convenios colectivos en múltiples sectores, entre los que citó al de la construcción, el comercio, la hostelería, el automóvil y la carpintería.
La reforma laboral eliminó la ultraactividad de los convenios colectivos, por la que hasta entonces se mantenían las condiciones del último convenio aunque expirara, mientras no se negociara otro. Ahora, esas condiciones se mantienen durante un año y al cabo del mismo las empresas pueden optar por aplicar los mínimos del Estatuto de los Trabajadores y también el salario mínimo.
El consejero de Industria del Principado, Graciano Torre, también se refirió ayer a este problema, señalando que el Principado va a crear antes de que concluya el año un organismo para dirimir conflictos en cuestiones de convenios colectivos. Se denominará Comisión Consultiva Autonómica de Convenios Colectivos. En la misma estarán representantes de la Administración, sindicatos y patronal, que se encargarán de dirimir directamente las discrepancias o de nombrar algún árbitro.
UGT también insistió en que el Gobierno debe convocar un referéndum para aplicar unos recortes que son lo contrario del programa con el que concurrió a las elecciones.
