El choque de un camión contra el puente de la vía de mercancías de Renfe que cruza la autopista «Y» la altura de El Robledo (Lugones), provocó ayer hacia las ocho y cuarto de la tarde un monumental colapso de más de tres horas, con más de 15 kilómetros de retenciones, desde el lugar del siniestro hasta la altura del embalse de San Andrés de los Tacones, en Gijón, y en dirección a Avilés, hasta la gasolinera de El Montico.

La coincidencia de las fechas vacacionales y del buen tiempo que reinó ayer en la región, contribuyeron a provocar un tráfico aún más denso de lo habitual a última hora de la tarde, lo que hizo difícil recuperar la normalidad en la circulación en la autopista «Y», algo que no se consiguió hasta llegada la medianoche.

La colisión del camión, cargado con una máquina de alto tonelaje, contra el puente ferroviario que pasa por encima de la carretera, provocó la caída de cascotes en la calzada y el consiguiente corte de uno de los carriles, lo que ralentizó la circulación, hasta llegar a paralizarla en algunos tramos. La desesperación se adueñó de muchos automovilistas que no veían el momento de llegar al punto de destino. «No hay nada como estar en casa». Así resumía la ovetense Paula Fidalgo la odisea vivida en la carretera, tras dejar el coche en el garaje. Salió de Salinas a las ocho y cuarto de la tarde y llegó a Oviedo casi a las diez y media de la noche. A lo largo del recorrido pudo contar hasta nueve vehículos averiados en el arcén. Asegura que nunca se había visto involucrada en un atasco de tal magnitud. «Ha sido realmente horrible, no veíamos el momento de llegar», señala.

Al matrimonio ovetense formado por Pablo Fernández y Laura García, que volvían de la playa de Verdicio (Gozón) y se dirigían a Lugones, le tocó padecer siete kilómetros en total de atasco. Ochenta minutos al ralentí. Para ellos el atasco empezó en Serín, en dirección a Oviedo. «Desde ahí hasta el desvío de Lugones tardamos casi hora y media».

En la zona se encontraban varias máquinas limpiando los restos de cascotes en la carretera. «Es el mayor atasco que he visto en esta autopista, sin duda, los tres carriles estaban al máximo de su capacidad», indica Pablo Fernández. A las once de la noche aún se mantenían tres kilómetros de retención en la principal vía de comunicación del centro de Asturias. A medianoche el tráfico aún era bastante denso.