Tomás Casado es natural de la localidad zamorana de Valdescorriel, pero su implicación con Asturias, adonde llegó con 19 años, es tan grande que ha fundado en su localidad natal una asociación de amigos de la Santina. Javier Fernández achacó a una "combinación de ganas y atrevimiento" el éxito empresarial del presidente de Imasa, una de las "naves capitanas" de un conglomerado de compañías de la que dependen unos 1.750 empleos y que factura 250 millones de euros.

"Advertía antes contra el halago superlativo, pero no creo que me exceda si hablo de Casado como uno de los ejemplos de la capacidad de iniciativa que se requiere para ser empresario", subrayó en su intervención el presidente del Principado, para quien el premiado con la medalla de plata "es uno de los nombres propios más destacados del empresariado asturiano".