El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) mantiene el plazo de dos años para ejecutar la solución al "fondo de saco" que penaliza a los trenes de Asturias en la estación de León, pese a que los trabajos fueron adjudicados hace cinco meses y todavía no han arrancado. De acuerdo con la previsión inicial, que no se ha movido, la actuación debe estar lista para la primavera de 2018.

La demora en el comienzo de las obras es consecuencia de los primeros sondeos realizados por la empresa constructora. Según indicó a este periódico un portavoz del Adif, "en el replanteo se observó que hay que proceder a la realización de ajustes en la reposición de los servicios afectados, necesarios para comenzar los trabajos". Se trataría de tendidos subterráneos eléctricos y de fibra óptica. Los técnicos del ente ferroviario y los de la contrata están realizando durante estos días las mediciones necesarias para iniciar la actuación.

El proyecto, que se enmarca dentro de la integración del ferrocarril en la capital de la provincia vecina, consiste en la ampliación de la estación actual en unos 450 metros cuadrados, para la construcción de andenes soterrados, como los que hay en la estación ovetense de Llamaquique, que estarán dotados con dos vías pasantes para la circulación de los Alvia que se encargan de las relaciones entre el Principado y Madrid. Además, incluye un trazado bajo tierra de medio kilómetro, que permitirá atravesar el tramo que quedó fuera de servicio cuando se procedió a la erradicación del paso a nivel de El Crucero, histórico "cinturón de hierro" de León.

El problema de los Alvia en León viene de largo y se prolongará, como poco, dos años más. Comenzó en marzo de 2011, cuando el entonces ministro socialista de Fomento, José Blanco, inauguró a bombo y platillo en vísperas electorales la terminal para la Alta Velocidad ferroviaria pese a que, finalmente, el AVE no llegó a la ciudad hasta casi cinco años después. El proyecto, que no evitó una sonora derrota del PSOE, conllevó una terminal en "fondo de saco", que obliga a los Alvia a efectuar maniobras marcha atrás, en las que pierden veinte minutos, o a circular con el pasaje en el sentido contrario a la marcha de Gijón a León.