El portavoz socialista en la Junta General del Principado, Fernando Lastra, reclamó "respeto, prudencia y sensatez" en las opiniones externas sobre la crisis interna del PSOE justo antes de que la izquierda parlamentaria conectase directamente aquello con esto, Madrid con Asturias y las decisiones que el partido tiene pendientes en España con la gobernabilidad y, expresamente, los presupuestos de Asturias para 2017. Una abstención socialista en otra investidura de Mariano Rajoy "crearía un mal clima de cara a la negociación presupuestaria", dejó dicho una vez más el portavoz de IU, Gaspar Llamazares; "nos preocupa", apretó el de Podemos, Emilio León, "que la negociación presupuestaria se vea claramente alterada por la facilidad que va a tener el PSOE de pactar con el PP". Hablan las dos fuerzas que el Principado ha elegido como interlocutoras del diálogo fiscal y presupuestario, y las dos se van poniendo la venda, por lo que pueda pasar, y suben al unísono el nivel de la presión sobre el partido del gobierno en nada velada advertencia directa a Javier Fernández en su cualidad de doble líder que ahora dirige la gestora socialista además del Principado.

El PP, descartado de entrada como pareja de baile de negociación presupuestaria, dice mantener "la puerta abierta", pero de puertas afuera asegura que sin cambiar cromos. Que sus condiciones para un acuerdo con el PSOE "están por encima de la estrategia a corto plazo" y por tanto de un eventual trueque de abstención en Madrid por apoyo presupuestario en Asturias. La portavoz popular, Mercedes Fernández, volvió a reclamar ayer la supresión del Impuesto de Sucesiones como requisito inamovible para el respaldo de su grupo y trajo al presente como aval lo sucedido en 2015, "cuando el PP entabló negociaciones y brindó su apoyo presupuestario al PSOE", dijo, pese a ser aquél año de elecciones y mientras "todo el mundo hacía cálculos electorales".

En esta negociación de ahora, sin embargo, el PSOE mantiene abiertas solamente las vías que se abren a su izquierda, donde cunde la sensación de que un hipotético aval socialista para un gobierno popular en Madrid sería un "desastre" en palabras de Llamazares, en versión del portavoz de Podemos una amenaza de "exportación" a Madrid del modelo asturiano de "entente cordial entre PSOE y PP que se puso de manifiesto en 2015". "Javier Fernández ya trató de entregar Oviedo a Agustín Iglesias Caunedo y no sé si está pensando en dar el gobierno de España a Rajoy, pero nada de eso va a solucionar los problemas de la ciudadanía asturiana".

Con el incierto debate presupuestario abierto de par en par, el portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, emplazó a Javier Fernández a no olvidar sus responsabilidades como presidente del Principado y a "desbloquear" no sólo España, también Asturias, donde "no se acaba de llegar a acuerdos con nadie" y urge "un presupuesto inversor negociado con las fuerzas políticas".

Desde la bancada de Foro Asturias, con más virulencia, su portavoz perseveró en la misma sensación de que "compete al PSOE el desbloqueo" del gobierno de España, pero avanzó un paso más rechazando las etiquetas de "referente moral del PSOE" que estos días ha escuchado en dirección a Javier Fernández. Al decir de Cristina Coto, tales calificativos son "un disparate que evidencia lo poco conocida que es nuestra región, porque estamos hablando del ahijado político de José Ángel Fernández Villa bajo cuyo mandato se han desarrollado numerosos casos de presunta corrupción en Asturias".