El Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo acogerá mañana la celebración del juicio contra una médica acusada de la muerte de una niña de 19 meses que falleció en 2013 atragantada con un grano de maiz. El Ministerio Fiscal acusa a la profesional de un delito de homicidio por imprudencia solicita una condena de un año y seis meses de prisión, inhabilitación durante cuatro años y una indemnización de 130.000 euros.

La Fiscalía relata en su escrito provisional de acusación que la pequeña estaba en su casa y cogió una bolsa de palomitas que habían sobrado del día anterior y se metió un grano de maiz en la boca. La niña se atragantó con él y los padres, al oirla toser hicieron que vomitara, pero no expulsó ningún cuerpo extraño.

La menor empozó a ponerse morada y los padres la llevaron al centro de salud, y de allí al hospital de Cangas del Narcea, donde fue examinada por un médico que ordenó le hicieran dos radiografías y propuso a la familia dejarla ingresada en observación para ver la evolución y repetir las placas al día siguiente. También les informó de que si la pequeña necesitaba una broncoscopia la enviarían a Oviedo. Los padre entonces optaron por dirigirse directamente al Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA).

La ahora acusada estaba en el servicio de urgencias, y tras escuchar las explicaciones de la madre, auscultó a la niña y comprobó que hipoventilaba de la base del pulmón derecho, por lo que decidió dejarla ingresada para repetir las placas al día siguiente, lo que se hizo a las 8,00 horas. Pero no salieron bien porque al ser tan pequeña no colaboró. Así que la doctora volvió a auscultarla y comprobó que se mantenían las anomalías del día anterior, sin embargo, en lugar de practicar la broncoscopia le dió el alta con la recomendación de que en 10 o 15 días fuera a su pediatra, o antes si presentaba algún síntoma.

Los padres llevaron a la niña al centro de salud al día siguiente y al otro, y la pequeña seguía hipoventilando. Hasta que dos días después, por la mañana, empezó a toser y a tener dificultades para respirar. La madre le hizo el boca a boca y la llevó al centro de salud, donde le practicaron un masaje cardiaco y le inyectaron adrenalina. Pero ya fue inútil y la niña murió.

La causa de la muerte fue, según Fiscalía, anoxia encefálica por insuficiencia respiratoria aguda, debida a obstrucción mecánica de la traquea por un cuerpo extraño. Y añade el Ministerio Fiscal que "el fallecimiento se hubiera evitado con la extracción del material ingerido mediante broncoaspirado".