La mejora de las conexiones ferroviarias con Madrid, una vez que abra la variante de Pajares y se erradique el "fondo de saco" que penaliza a los trenes de Asturias en la estación de León, amenaza con revolucionar por completo el reparto modal en las comunicaciones con Madrid. Así ha sucedido ya en la conexión entre Alicante y la capital de España. La llegada del AVE a la ciudad levantina ha provocado que el enlace aéreo con Barajas haya perdido la friolera de 750.000 pasajeros al año. Es incapaz de hacer frente al empuje del tren veloz.

El AVE entre Alicante y Madrid dispone de once frecuencias de ida y vuelta al día, mientras que la cartelera de aviones suma cuatro enlaces de ida y vuelta de Iberia / Air Nostrum y dos más de Air Europa. Antes de la llegada del AVE esta ruta estaba operada por cuatro compañías, con doce conexiones diarias.

El viaje en tren entre Alicante y Madrid dura ahora poco más de dos horas, cuando antes de la llegada del AVE se situaba por encima de las cuatro horas.

La esperada inauguración de la Variante reducirá en unos 50 minutos el trayecto de Asturias a la capital de España, a los que habrá que sumar otros 35 minutos de rebaja cuando entre en servicio el nuevo sistema de seguridad (RTMS) y se elimine el "fondo de saco". El viaje quedará entonces en unas tres y horas y cuarto desde Oviedo, y en unas tres horas y media desde Gijón.