Los tres jóvenes del movimiento antifascista que quemaron una bandera constitucional en las fiestas de Santa Marina de Parres (Llanes), en la noche del 18 de julio de 2015, han aceptado esta mañana una multa de 420 euros cada uno en la juicio celebrado en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo. Las pruebas eran demasiado evidentes para que su letrada, Beatriz Iglesias, intentase defenderlos de la acusación de ultraje a España que pesaba sobre ellos.

No hizo falta que se celebrase el juicio, al que acudía como testigo el presidente de VOX en Asturias, Rodolfo Espina. "Un afiliado nuestro estaba en la verbena donde quemaron la bandera y nos avisó. No podíamos consentir algo así", ha indicado Espina al finalizar el juicio. El presidente de VOX no se ha mostrado muy contento con la sentencia: "¡Qué fácil es saltarse el artículo que defiende los símbolos nacionales", se quejó.

La letrada de los acusados quiso buscar un subterfugio para evitar explonerlos a los medios de comunicación, pero el magistrado José María Serrano explicó que no estaba en su mano facilitarles una salida discreta del palacio de justicia.