Un grupo de militares provenientes de Francia llegó ayer a Asturias con el objetivo de participar en unas maniobras conjuntas con los soldados del acuartelamiento de Cabo Noval, emplazado en el concejo de Siero. El avión que trasladaba al contingente galo aterrizó en el aeropuerto de Santiago del Monte al filo de las seis de la tarde. Su singular arquitectura y su apabullante tamaño causaron sensación entre los trabajadores y usuarios que pudieron observar sus evoluciones en la pista.

Los militares franceses tienen previsto realizar diversos entrenamientos en Cabo Noval. "Es posible que esta misma noche (por la de ayer, lunes) empiecen a correr", indicó una persona buena conocedora del proyecto de preparación de los soldados. Del gigantesco pájaro gris fueron saliendo los soldados y los materiales que portaban. Unos y otros se subieron a los camiones y emprendieron rumbo a su destino. Entre tanto, la nave abandonó Asturias y regresó a su punto de origen.

El avión empleado en el traslado es un Airbus 400, un modelo construido en la planta que la compañía europea tiene en Sevilla. El Airbus A400M "Atlas" es un avión de transporte militar de largo alcance con cuatro motores turbohélice. Precisamente fue Francia el primer país que recibió uno de estos aparatos, en 2013. En total, ocho países han encargado 194 aparatos. El coste unitario asciende a 136 millones de euros.

El 9 de mayo de 2015, el proyecto de construcción de estos aviones sufrió un notable contratiempo: un aparato se estrelló en Sevilla. El avión estaba realizando un vuelo de prueba. Los pilotos comunicaron que el avión había tenido un fallo técnico y pidieron permiso para aterrizar. La nave colisionó con una torre de alta tensión mientras intentaba un aterrizaje de emergencia. Los seis ocupantes del avión eran empleados de Airbus, todos de nacionalidad española. Cuatro fallecieron y los otros dos resultaron gravemente heridos. Ayer, en Asturias, toda la operación fue un éxito.