La estabilidad de los acantilados depende de un gran número de factores, incluyendo las propiedades de las rocas, las características climáticas del pasado y presente o los cambios en el nivel del mar, entre otros factores. Su erosión se produce principalmente por el efecto marino y sobreviene cuando la fuerza de las olas que alcanzan su base es mayor que la fuerza de resistencia del mismo. La erosión continua provoca el retroceso de los acantilados, transformándose en un problema cuando es enfocado desde la perspectiva humana. Así, a lo largo de extensas costas urbanizadas, este proceso resulta en una progresiva desvalorización e incluso pérdida de las propiedades.

El equipo que estudiará el retroceso de los acantilados asturianos destaca por su carácter multidisciplinar. Además de los geólogos de la Universidad de Oviedo también participa el exdelegado de la Aemet, Manuel Mora y equipos de las universidades de Sao Paulo y Lisboa, además del Servicio Geológico de Canadá. Por el Instituto Geográfico Nacional participará Miguel Ángel Marigil Pérez y Mónica Meléndez, por el Instituto Geológico y Minero de España. Además, participan también estudiantes predoctorales y posdoctorales