Raíces, Inés MONTES

El centro histórico de Raíces Viejo se resquebraja. Las obras de mejora que se realizaron en el marco del área de rehabilitación integral (ARI) hace poco más de seis años han dado mal resultado. Las baldosas de la plaza central de Raíces Viejo están en malas condiciones, el monasterio de la Merced aún sigue cerrado al público y los hórreos y paneras del centro histórico de la localidad, que el Ayuntamiento de Castrillón expropió con el fin de incluirlos en el ARI, se están cayendo. Además, el centro de interpretación no se utiliza como tal sino que es el laboratorio provisional del equipo de arqueólogos que trabaja en el yacimiento del castillo de Gauzón.

Las protestas de vecinos y visitantes arrecian día a día. «No se puede pasear por la plaza del centro, las baldosas están en el aire. Además, la vegetación invade el monasterio de la Merced y la panera que hay al lado del centro de interpretación se va a caer de un momento a otro», explicaron un grupo de visitantes.

Los arqueólogos que trabajan en el castillo de Gauzón, Iván Muñiz y Alejandro García, acometieron en julio de 2005, por encargo del gobierno municipal, entonces del PP, la limpieza del monasterio de la Merced. Los expertos encontraron en aquel verano la fachada de un palacio en el interior del monasterio que permitió datar el edificio en el siglo XV. El descubrimiento motivó la ejecución del ARI y el inicio de las campañas en el yacimiento arqueológico del Peñón de Raíces en 2007.

Las obras incluidas en el ARI supusieron una inversión de 400.000 euros e incluyeron la rehabilitación del monasterio y la urbanización del centro histórico de Raíces Viejo. El monasterio fue una iglesia prerrománica de la orden de Santiago, pero de esa etapa no se conservan vestigios. Los primeros datan del siglo XV, que son los que se descubrieron en 2005. El Ayuntamiento de Castrillón también rehabilitó en Raíces Viejo dos edificios uno como albergue de peregrinos y otro como taller de orfebrería. Ninguno está abierto.