Luanco,

Verónica GONZÁLEZ

Salvador Fernández, alcalde de Gozón, afirma que la denuncia de Izquierda Unida sobre vertidos de aguas fecales en la playa de La Ribera «no se ajusta a la realidad». El gobierno local achaca esos efluvios en el arenal luanquín a «un rebose mínimo y momentáneo que no afectó a la playa, sino a uno de sus pedreros». Según explicó el regidor, el pasado 30 de julio se produjo una falta de suministro eléctrico en una vivienda antigua, construida sobre las rocas de La Ribera en su extremo norte y aneja al edifico que alberga el Hogar del Jubilado, lo que provocó el vertido.

Estas casas, según el informe elaborado por los técnicos municipales, fueron construidas sobre el pedrero y, por su antigüedad, no tienen conexión directa al colector general. Para que sus vertidos lleguen a la red de saneamiento es necesario emplear un pequeño bombeo de elevación, que funciona mediante electricidad, según afirma el gobierno gozoniego. El problema en el suministro de esa bomba ocasionó «un rebose momentáneo del pozo, subsanada una vez que se restableció la alimentación eléctrica».

El gobierno presidido por Fernández entiende que ese vertido «no es imputable a una mala ejecución de la obra de renovación de red de la zona» ya que además, ese bombeo «se encuentra situado en la calle Alejandro Artime, fuera del área de actuación de renovación de redes». Los trabajos de mejora afectaron a la calle San Juan, a la plaza de La Ribera y a la plaza del Doctor Cors.

La red de abastecimiento y saneamiento en el entorno de la playa de La Ribera fue renovada a finales del 2009 y principios del 2010 y multiplicó por cuatro la sección de canalización. En esta reforma se han mantenido los puntos de alivio que funcionan, por ejemplo, en caso de tormenta.

Salvador Fernández, insta a la portavoz de IU, Pilar Suárez, a «que sea más rigurosa en estos temas» ya que, según el alcalde, «no se puede confundir un tema concreto con lo que ella explicó». Pilar Suárez afirmaba que estos vertidos de aguas fecales continuaban produciéndose a pesar de haber realizado obras para paliarlo.

El alcalde entiende que «no se puede confundir el verde de las algas y el negro del cisco con aguas fecales». Añade, además, que «la playa de La Ribera no se ha visto afectada por ningún rebose del colector de agua residual desde hace más de dos años», fecha de conclusión de la obra de renovación de la red de saneamiento del entorno de la playa. Fernández explica que el torneo de Tenis Playa se disputó en las fechas en las que se produjo el rebose: «No se vio afectado por ningún vertido y por eso no hizo falta (como antes) la instalación de una tubería auxiliar que llevara el vertido al mar».