Antromero,

B. F.

La recuperación económica de la Mancomunidad del Cabo Peñas pasa no solo por los recortes de personal y gastos, sino también por el aumento de ingresos, y por ese motivo se apuesta por una subida del precio de la piscina de Antromero, la más barata de Asturias. Es una de las medidas que la presidencia del órgano comarcal tiene previsto incluir en su plan de modificación de la Mancomunidad, que estará listo antes de final de mes.

La piscina de Antromero, actualmente uno de los centros de referencia en la región, tiene unos gastos anuales de entorno a 250.000 euros. La principal cuantía se destina a las empresas externas que prestan servicios en el centro de Antromero, por valor de unos 180.000 euros, siendo los suministros el segundo gran gasto, por valor de 50.000 euros aproximadamente. Sin embargo, sus ingresos a penas superan los 120.000 euros, que proceden casi en su totalidad del precio que pagan los usuarios, cada vez más numerosos, a través de entradas y abonos. Solo una pequeña parte es aportada por la concesión de la cafetería.

El objetivo del plan de reestructuración del ente supramunicipal pasa por incrementar los precios del centro, para incrementar los ingresos, pero no solo eso. Y es que la piscina se encuentra rodeada de unos terrenos, actualmente sin uso, que fueron expropiados de forma conjunta.

La Mancomunidad maneja actualmente una propuesta, que aún no se ha dado a conocer, para explotar esa parcela, de la que no se obtiene rendimiento alguno, para generar ingresos extras.

Eso sí, según un informe elaborado por la gerencia de la piscina, en noviembre de 2011, ya se proponía «aligerar costes» mediante la explotación de la parcela, y se proponía, entre otras cosas, la construcción de varias pistas de pádel, de una zona de juegos infantiles, o de un parque para mayores, con instalación de máquinas de rehabilitación y gimnasia. Según el informe, estas obras se encuentran dentro de las necesidades de inversión de la piscina, y se señala que «son de gran interés por contribuir a aligerar los costes, mejorar la oferta y las condiciones ambientales de los terrenos ahora sin uso».