El salón de Plenos de Gozón pocas veces ha estado tan movido como en este mandato. A falta de tres meses para las elecciones, todos los grupos municipales salvo IU han visto como alguno de sus concejales presentaba su dimisión para dedicarse a otras labores profesionales o, simplemente, por discrepancias internas en el seno del partido, como le ocurrió a Florentino Cuétara en el PP con el alcalde, Ramón Artime. El regidor que comenzó el mandato, Salvador Fernández, también dimitió pero para jubilarse y, posteriormente, pasar a ser uno más de los ediles populares. Otra cuestión son las crisis entre el partido y el grupo municipal. Este es el caso de Foro, que terminó sin concejales en el salón de Plenos después de que los dos ediles decidieran pasarse al grupo de los no adscritos el pasado mes de enero.
El primero en entregar su acta de concejal fue Enrique Fernández, portavoz municipal de Foro. Lo hizo en enero de 2012 por "motivos laborales", según precisó en su momento. Fue sustituido por Patricia González. Un mes más tarde, su compañero de grupo municipal, Carlos Badallo, amenazó con dimitir por discrepancias con la dirección de su partido, pero al final se echó para atrás. Años más tarde, esas discrepancias terminarían por resolverse ya que, a día de hoy, Badallo forma parte de los no adscritos. El día que este edil forista decidió mantenerse en su puesto, las filas socialistas sufrían una baja, la de Valentín Fernández, que entregó su acta por "motivos personales" aunque en su último Pleno declaró: "Siento irme, pero tengo que hacerlo porque parece ser que mi experiencia no sirve". Fernández fue sustituido en el cargo por Celestino Muñiz, un abogado que ya había formado parte del grupo municipal socialista en el pasado mandato.
Cuando el salón de Plenos parecía estar tranquilo, en octubre de 2012, el entonces alcalde, Salvador Fernández, abandonó su puesto para jubilarse. Cedió el cargo a Ramón Artime, el inseparable compañero del regidor y Fernández pasó a ocupar la concejalía de Hacienda. Sin salir del PP, estalló una polémica interna entre Florentino Cuétara, de Interior, y Artime, que derivó en la dimisión del primero. Paralelamente, la concejala de Urbanismo, Isabel Muñiz, nueva en estas lides, decidió entregar su acta de concejal por "incompatibilidad laboral". Estos dos ediles fueron sustituidos por José María Granda, -hasta junio de 2013 presidente de la asociación de vecinos "La Xente de Ambiedes"-, que pasó a ser edil de Obras, y Rosario García, que volvió al salón de Plenos para desarrollar la misma labor que en el mandato pasado, ocupar la concejalía de Urbanismo.
El pasado año fue el más calmado en lo que a dimisiones se refiere. Eso sí, las sesiones plenarias seguieron siendo tensas, una constante en los últimos mandatos. Sin embargo, en 2015la coctelera volvió a agitarse. La comisión promotora de Foro exigió a sus concejales, Patricia González -que también era la presidenta del partido- y Carlos Badallo, que no negociarán ni apoyaran los presupuestos con el PP debido a los "incumplimientos" del gobierno en esta materia durante los tres primeros años de mandato. Los ediles hicieron caso omiso a las peticiones del partido, lo que derivó en que Foro comenzara a tramitar un expediente de expulsión de ambos concejales que no se llevó a efecto ya que Patricia González y Badallo fueron más rápidos y presentaron su dimisión como foristas. Ahora, ambos forman parte del grupo de los no adscritos y en su primer Pleno, como cabía esperar, levantaron la mano junto a los ediles populares.
Así las cosas, este mandato ha estado muy movido en el salón de Plenos. En un principio, el municipio de Gozón cuenta con diecisiete concejales pero desde las elecciones de mayo de 2011 los sillones han estado ocupados por 21 políticos de todos los partidos salvo de IU, que mantiene desde el principio a Pilar Suárez, César Fidalgo y Corito Rodríguez. Salvo sorpresa mayúscula, el Pleno contará hasta final de mandato con los actuales diecisiete concejales a no ser que las posibles polémicas internas puedan hacer que haya alguna que otra dimisión inesperada.
