Hay barreras físicas y otras que están en la mente de las personas. Pero todas resultan un problema para que las personas que sufren algún tipo de discapacidad puedan participar en actividades e involucrarse en la sociedad. Así lo indicaron ayer los representantes de las asociaciones Difac, ONCE, Retina Asturias, Rey Pelayo, Hierbabuena, Afesa, Asperger, Adansi y Anhipa, que participaron en una jornada formativa del proyecto "Por una Europa inclusiva (Incluye)".

Medio centenar de personas asistieron a la jornada de trabajo, que forma parte de un programa europeo liderado por el Ayuntamiento de Avilés y que tiene como miembros a la asociación Aunando Fronteras (Avilés) y Comité de Jumelage (Saint-Nazaire). Una delegación de la localidad francesa viajará a Asturias a finales del mes de mayo, y será entonces el momento de poner en común las conclusiones de la sesión de ayer.

Rosario Huerta, representante de Aunando Fronteras, explicó que el encuentro de mayo comenzó a prepararse con varias sesiones de trabajo desde enero. "Uno de los objetivos del proyecto es determinar cuáles son las dificultades de las personas con discapacidad para participar como ciudadanos de pleno derecho en la ciudad y en la Unión Europea en el tejido asociativo. Las dificultades están por las dos partes: por las personas con discapacidad y por parte de otras entidades que no saben cómo acercarse a ellas", dijo. Huerta abogó por trabajar cada vez más en red y por hablar de personas antes que de discapacidad. "Dentro de la discapacidad hay muchísimos tipos, tenemos que fijarnos en las personas", indicó.