Raquel García, la directora del Conservatorio de Avilés, considera que el Ayuntamiento no defiende adecuadamente a la plantilla del centro educativo al haber decidido no recurrir una sentencia que echa por tierra el proceso de selección del cargo de director (el que ella misma ocupa) promovido hace poco más de un año por el propio Consistorio. "Por eso recurro, en defensa de todos los profesores y de la institución", manifestó ayer al término de una reunión con la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, a la que hizo partícipe de sus intenciones judiciales.

Raquel García también justificó ante la alcaldesa su decisión de recurrir la sentencia por la necesidad de defender su honor y profesionalidad y por el interés económico del Conservatorio (que si la sentencia llegase a ser firme debería dedicar una parte de su ya de por sí exiguo presupuesto a pagar el sueldo de un funcionario foráneo que asumiera las tareas de dirección).

García formalizó ayer mismo el recurso contra la sentencia que anula el proceso selectivo llevado a cabo para su nombramiento, al considerar que el fallo no tiene en cuenta la naturaleza singular del Conservatorio de Avilés (es propiedad del Ayuntamiento, pero se rige por las leyes educativas del Estado). Según su criterio, la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) defiende la elección de los directores de los conservatorios municipales por parte de sus propietarios: los propios ayuntamientos. La sentencia sostiene, sin embargo, que los directores sólo pueden ser funcionarios pertenecientes al cuerpo docente (no existe ninguno en el conservatorio).

Según el criterio de García, la sentencia judicial a recurrir impediría que cualquier trabajador del Conservatorio de Avilés pueda dirigirlo. "Incluso el demandante", esto es, el profesor de Guitarra Enrique García Franco. Esta opinión es la que sostiene, asimismo, el sindicato USIPA, que también ha decidido recurrir la sentencia en el límite del plazo para que adquiera firmeza.

Al encuentro de Raquel García y Mariví Monteserín también acudió la concejala de Cultura y presidenta de la fundación municipal de ese área, Yolanda Alonso, que lleva meses tratando en vano de apaciguar el polvorín en que se ha convertido el Conservatorio por el enfrentamiento latente entre los profesores alineados con la directora y los que discrepan de sus formas y decisiones organizativas.

Según trascendió con posterioridad, la reunión fue tensa y abundaron los reproches: la alcaldesa y la concejala cargaron las tintas contra Raquel García acusándola de ser ella el "problema" dentro del Conservatorio, además de afearle su "obsesión" por el cumplimiento de la ley y el hecho de haber judicializado la vida del centro. La réplica de la directora incidió en que dentro de sus funciones está "poner orden y hacer cumplir la ley", además de negar que hubiese sido ella la que abrió el fuego en los juzgados o en el ámbito administrativo municipal.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) expresó ayer su apoyo al colectivo de profesores del Conservatorio y a la sentencia que, según su interpretación, "deja claro que el concurso para nombrar director fue erróneo y hecho a medida de la persona a la que le daban ese puesto". En consecuencia, la CSIF ve con "perplejidad" las iniciativas de recurso ahora anunciadas, en especial la del sindicato USIPA.