La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernanda Fernández: "Urge que Llaranes tenga un centro de interpretación de Ensidesa"

La historiadora, experta en patrimonio industrial, reclama a las empresas, como Arcelor-Mittal, responsabilidad a la hora de preservar su legado

Fernanda Fernández. M. V.

"Ensidesa representa un momento importante de la historia industrial de España, y veremos que tiene mucho que aportar si nos sacudimos el yugo de que es una obra de la dictadura". La historiadora Fernanda Fernández, experta en patrimonio industrial, considera urgente un apoyo al trabajo que ya está haciendo el Club Popular de Cultura Llaranes para que se dote un centro de interpretación del entorno, con los medios adecuados para explicar los procesos industriales, urbanísticos y sociales. "Llaranes necesita el apoyo de la administración y del resto de los avilesinos; es muy importante que sean los propios partícipes de este legado quienes reivindiquen su valor", afirmó ayer en Avilés.

Y es que, en su opinión, no se trata tanto de preservar los restos de ese patrimonio industrial de forma fragmentada, sino con una visión global que incorpore los planteamientos urbanísticos. "La realidad de Ensidesa es muy amplia y engloba una aureola de viviendas, una modificación de espacios, una colección de edificios, un archivo documental y la modificación de la condición y de la sociedad avilesina", señaló Fernández. Abordar el legado de Ensidesa, añadió, está lastrado por dos hechos: por la prioridad de mantener la actividad industrial, por lo que supone de puestos de trabajo, y lo reciente de este patrimonio que dificulta una aproximación con perspectiva.

Una de las grandes pérdidas de ese patrimonio, aseguró Fernanda Fernández, fue la central térmica, en cuyo plan director ella trabajó junto a la empresa Xabide. "Hicimos una propuesta concreta para la térmica que no sirvió de nada. Pero era un edificio extraordinario, era 'Blade Runner'". La decisión política que se tomó, sin embargo, fue construir el Centro Niemeyer. "Aunque pienso que no fue la mejor opción, no estamos en una situación en la que debamos tirar piedras contra nuestro tejado y volver a debatir si se hizo bien o no. Hay que aprovechar lo que hay. En demasiadas ocasiones los asturianos hemos sido negativos sobre lo que tenemos y pesimistas sobre lo que ha de venir".

Del futuro de baterías, señaló que no tiene una opinión concreta. Pero sí apuntó dos medidas que echa en falta. Una, por parte de la administración, el apoyo con medidas fiscales, tributarias y de otro tipo que hagan interesante para el propietario mantener un determinado elemento, sin caer tampoco en un ánimo meramente económico. Pero junto a esto afirmó: "Tampoco todo es ni la jurisprudencia ni la economía, hay algo más, que es la implicación de las empresas". Un ejemplo "modélico" en Asturias, subrayó, es el de Valle, Ballina y Fernández, de Sidra El Gaitero. "Mantiene sus instalaciones de producción, es un referente en su entorno, una marca poderosa y una empresa que ha entendido que tener sus naves originales centenarias con sus toneles es una medalla que se pueden colgar. Tienen un edificio de oficinas con su colección increíble de medios publicitarios. Y no hemos tenido que obligarles a nada". Por eso Fernández apeló a que las empresas entiendan la rentabilidad social. "Otras empresa con beneficios tendrían que verse también obligados a hacerlo. ¿O Arcelor Mittal no tiene beneficios?", concluyó.

Compartir el artículo

stats