El conflicto por la falta de plazas en la "escuelina" de Luanco se dará un pequeño respiro durante el fin de semana entre la indignación del Alcalde por algunas actuaciones de las que ha tenido conocimiento y un atisbo de confianza de las familias afectadas en el regidor.

Ayer se volvió a reunir Jorge Suárez con representantes de las familias, a las que pidió "confianza". El regidor gozoniego asegura que trabaja "desde el minuto uno siguiendo el procedimiento" y que "se va a encontrar una solución".

Jorge Suárez insistió ante las madres que acudieron a su despacho en que "las medidas que se tomen cumplirán la normativa y serán adecuadas, no una chapuza para salir del paso". En cuanto a los plazos, el Alcalde espera que las nuevas unidades puedan estar en marcha "antes de diciembre".

La indignación del Alcalde se debe a la llamada realizada por alguna de las personas afectadas a la arquitecta municipal para preguntar "si de verdad yo le había dado instrucciones para buscar un local adecuado para los niños". No sentó bien ni al regidor ni a la arquitecta. Suárez está "muy molesto" por la desconfianza y las palabras que se le dirigen. "No admito amenazas ni chantajes", afirmó y pidió "respeto a los técnicos, que les dejen trabajar".

Las familias, por su parte, acudieron a ver las instalaciones del colegio La Canal. "Técnicamente, no entendemos, pero salimos contentas con la actitud de la directora", comentaron. Además, los afectados aseguran haber visto cómo se tomaban medidas en el entorno de La Canal, suponen que para la adaptación, por lo que "empezamos a creer al Alcalde, parece que están siendo rápidos".