Campomenes, M. I.

Patricia Álvarez González es una joven de 17 años, natural de Campomanes en el concejo de Lena, que hace un par de semanas tuvo el honor de matar un jabalí de casi cien kilos en una caería exclusivamente para mujeres que se celebró en el valle de Samuño, organizada por la Sociedad Unicaza de Langreo. La joven de Campomanes siempre sintió desde pequeña una especial predileción por los animales, el monte y la caza pues, como señala, «los perros me encantan, ya que me crié entre ellos y desde que era una niña ya descubrí el mundo de la caza a través de mi padre, José Álvarez Fernández, mis tios y mis primos, que llevan canzando toda la vida». Ella abatió el jabalí de unos cien kilos al segundo disparo que realizó. Como ella misma relata, «primero disparé un tiro, pero fallé, luego vi que el jabalí seguí corriendo y entonces me arrodillé y disparé otro, viendo como el animal caía rodando. Sin embargo, en ese momento no sabía si estaba muerto o le había hecho sangre, así que realize un tercer disparo, pero no le pegué».

Sin embargo, el segundo disparo que efectúo Patricia Álvarez González si fue certero ya que, como le dijeron después los monteros y los componentes de la Sociedad Unicaza, le arrancó una pata de cuajo. Tras conocer que había hecho sangre y la pieza era suya, la joven cazadora de Campomanes se llevó una gran alegría. «Cuando ví que le pegaba me puse muy contenta y nerviosa», subraya. Sin embargo, la mayor felicidad de Patricia Álvarez llegó minutos más tarde cuando comprobó que el jabalí era enorme, «el mayor que he matado en mi vida», apostilla, pero sobre todo que tenía dos grandes colmillos, Y es que Patricia Álvarez González, que desde los 12 años fue con su padre a caza menor y desde los 15 pertenece a la cuadrilla de caza mayor de Campomanes, siempre soñó con matar un jabalí con colmillos para hacerse un collar, cosa que logró, pues -por supuesto- se los llevó como trofeo, dándole uno a su primo Fernando, que estaba con ella en el puesto. «El año pasado maté tres jabalís y un corzo, pero más pequeños y ninguno tenía colmillos, que era lo que yo quería», sentencia.

Concepción Viesca Diaz, de 28 años y natural del pueblo de Muñón, en Lena, fue la otra chica que abatió el segundo jabalí de la cacería de féminas, y que pesó unos 50 kilos. Concepción Viesca lleva sólo dos años cazando en la cuadrilla de Paulino y era la primera vez que mataba un jabalí. «Me prestó mucho, además soy amiga de Patricia y que quienes abatiéramos las piezas fueramos de Lena significó una alegría mayor», asegura. Hasta ahora sólo había abatido un corzo.