Pola de Siero, Lucas BLANCO

A sus 20 años, Verónica Iglesias ya ha hecho historia en el deporte de los bolos al convertirse en la primera mujer que logra el ascenso a la máxima categoría de la modalidad de cuatreada. La joven sierense obtuvo el ascenso recientemente tras superar en la eliminatoria de promoción a Cristofer de la Peña La Juécara de Sama de Langreo, colándose de esta manera en la élite de un deporte que siempre ha estado dominado por los hombres.

Natural de Lieres, comenzó a practicar los bolos con tan sólo 10 años en el colegio de dicha localidad de la mano de Celestino Esperoni, un histórico jugador de los bolos en la región fallecido hace unos meses. El propio Esperoni le recomendó que fichase por un equipo federado, pues creía que tenía suficientes cualidades par a competir a gran nivel. Fue entonces cuando comenzó a jugar con la Peña El Titi de Nava, aunque al poco tiempo pasaría a jugar en la Peña de Lieres, creada por Esperoni a finales de los años noventa. Tras varios años en Lieres, en 2007 Verónica fichó por la peña Santiago Arenas Los Tilares y desde hace dos años juega en la peña Villa La Sidra - Titi de Nava, donde el año pasado logró el campeonato de Asturias por equipos.

Los comienzos no fueron sencillos para ella. «Algunas personas me veían como un bicho raro y no les gustaba que una chica jugara a los bolos», asegura al mismo tiempo que destaca el apoyo recibido por su familia como clave para que siguiera practicando su deporte favorito. Poco a poco y a base de muchas horas de entrenamiento fue perfeccionando su juego y apareciendo en los cuadros finales de los principales torneos de las categorías inferiores, aumentando constantemente una afición por un deporte que nadie de su familia había practicado previamente.

En el año 2001 se convirtió en la primera mujer en ganar un torneo provincial de bolos tras vencer en el torneo de Pola de Laviana en categoría infantil. Este fue el primero de muchos éxitos cosechados por la jugadora de Lieres, los más reciente el Campeonato de Asturias absoluto por equipos logrado el año pasado con la Peña Villa La Sidra - Titi y el tercer puesto en el campeonato de Asturias por parejas de segunda categoría obtenido este año junto a Salazar. Con un importante palmarés a las espaldas pese a su corta edad, Verónica se pone como meta lograr la permanencia en la primera categoría aunque es consciente de la dificultad que esto entraña, más si cabe teniendo en cuenta que su trabajo en una tienda de autorrecambios le restará tiempo para entrenar. «Necesito mejorar un poco mi pulgar para poder mantenerme sin problemas», afirma la joven roscadora quien, día tras día, busca mejorar siguiendo los consejos del campeón, Javier Pruneda, a quién no duda en señalar como su principal referencia en este deporte.

En referencia a la aparición este año de la categoría femenina, se alegra de que otras chicas se animen a jugar, aunque lamenta que esto haya llegado tan tarde y acompañado de varios cambios normativos que le perjudican. «Descarto jugar en categoría femenina, pero el año que viene los cambios reglamentarios me obligan a lanzar desde el tiro de 19 metros y medio (hasta ahora lo hacía desde 18 metros) si quiero competir con los hombres», señala Verónica que no competirá contra las féminas porque aspira a «retos más importantes».