Loredo (Mieres),

José Luis SALINAS

Los lobos no dan ni una semana de tregua a los ganaderos de la comarca. Estos cánidos volvieron a cebarse el sábado con las reses del Caudal, según denunciaron ayer los portavoces de la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall). Los profesionales denuncian ahora la muerte de cuatro ovejas en la zona de Les Cuestes de Loredo, donde varias más resultaron heridas en dos ataques que ocurrieron en intervalo de sólo unas horas.

Los representantes de la agrupación indicaron que algunos de estos últimos animales deberán ser sacrificados ya que las heridas que sufrieron son muy graves. Y apuntaron que otras cuatro ovejas murieron a lo largo de la pasada semana en el valle de Cuna y Cenera. Los profesionales exigieron a la nueva consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, que ponga de manera «inmediata freno a los continuos ataques de los lobos a la cabaña ganadera de la zona». Los ganaderos calculan que los lobos han matado una media de ocho reses a la semana desde que empezó la primavera. Así lo subraya uno de los portavoces de la agrupación, Jesús García, que indicó: «Hay una media de ocho ovejas muertas a la semana».

«Esta situación nos produce una gran impotencia ya que nos sentimos vulnerables por no poder hacer nada para remediarlo», sentenció. Los profesionales aseguran que en este período han muerto en las fauces de los lobos más de 150 reses debido a los continuos ataques de los cánidos. La asociación calcula que los daños ascienden ya a más de 40.000 euros. Los dos últimos ataques se produjeron a unos cien metros de las viviendas.

A juicio de los ganaderos hay una manada integrada por al menos tres lobos que habitan en la zona, aunque apuntan que «tenemos sospechas de que los cánidos pueden estar asentados en La Cobertoria, Lena, y haber establecido su zona de caza en Loredo». La guardería de Medio Ambiente abatió el pasado mes de junio una loba en Loredo, aunque a juicio de los ganaderos esta medida no ha sido suficiente para atajar el problema. «Hace tiempo que no hay nuevos avistamientos de lobos», reconocen los miembros de Agall, «pero a pesar de todo las bajas en la cabaña ganadera siguen produciéndose». La preocupación y el miedo son palpables entre el sector ya que, según apuntan, «los lobos no nos dan ni una semana de tregua».