Mieres del Camino,

C. M. BASTEIRO

La liquidación de Diasa Pharma no avanza. La venta de activos por separado comenzó y una empresa adquirió ya las oficinas. También se han vendido los coches de la compañía, que se disolvió hace más de un año, pero continúa sin aparecer un comprador para las naves del polígono de La Cuadriella. Ante esta situación, los 26 trabajadores que permanecieron en la planta hasta su cierre, a principios de 2011, continúan sin cobrar los 200.000 euros que reclaman en concepto de salarios atrasados.

Los empleados acudieron al Juzgado en marzo de 2011 para reclamar esta cuantía, que cobrarán cuando la liquidación de la planta finalice. En total, los demandantes aseguran que los administradores concursales de Diasa Pharma les adeudan cinco salarios, correspondientes a los últimos meses de actividad de la planta. «Nos decían que aguantáramos trabajando un poco más para que se pudiera vender la empresa, pero no pudo ser», señalaron los portavoces de los empleados.

El sindicato CC OO, único con representación en el comité mientras que la firma se mantuvo con actividad, se mantiene al tanto de los avances en la liquidación para asegurar que se realice el pago. A día de hoy, según fuentes sindicales, «la administración de la empresa aún no ha conseguido vender las naves que ocupaban los laboratorios, almacenes y los espacios de producción». Estos espacios son la mayor parte de la factoría farmacéutica, que se construyó en Turón como emblema de la reconversión.

La empresa empezó a funcionar en 2004 y llegó a contar con un centenar de trabajadores, la mayoría vecinos jóvenes de las Cuencas. Tras unos años en marcha, en los que la empresa aumentó la plantilla, los primeros problemas aparecieron en enero de 2009. Por aquel entonces, el socio mayoritario, que participaba en el proyecto con Sadim -filial de diversificación de Hunosa- aseguró que se trataba de un problema económico puntual.

No fue así. El conflicto laboral continuó y, tras nueve meses, la firma presentó concurso de acreedores. Se nombraron administradores, que intentaron sacar adelante la empresa sin resultado. En marzo de 2011 el juzgado dictó la liquidación de la planta.