El antiguo Caserón de La Piñera, rehabilitado por el Ayuntamiento de Morcín y ahora en funcionamiento como hotel-spa, abrió ayer sus puertas a más de 200 visitantes para dar a conocer su nueva cara. El emblemático inmueble, que el Consistorio reformó con 150.000 euros procedentes del plan "A", se ha convertido en un alojamiento con siete suites totalmente equipadas y con buenas vistas a los montes de Morcín.

El alcalde del concejo, Jesús Álvarez Barbao, que ayer fue uno de los visitantes junto con otros ediles de la corporación, se mostró "satisfecho" con la apertura del Caserón. No en vano, el Ayuntamiento ha recorrido un largo camino para llegar hasta su meta, crear un proyecto singular capaz de atraer turismo y maravillarlo con la riqueza natural del concejo. La reforma de la Casona empezó en el año 2010, con la inclusión del proyecto en el "Plan A".

Sin embargo, tras finalizar la obra de reforma, la adjudicación de la gestión no fue sencilla. En junio de 2012, el Consistorio saco a subasta la gestión del inmueble por primera vez. Las condiciones que establecía el pliego de licitación no convencieron a ningún particular y el concurso quedó desierto. En un segundo proceso, y ya con la seguridad de que se presentarían ofertas, el Ayuntamiento volvió a licitar el edificio, que adjudicaba en junio de 2013 al empresario local Tino Álvarez. Finalmente, las condiciones se cerraron en un canon anual de 10.000 euros y una adjudicación por un período de 20 años.

El hostelero estaba ayer encantado con la puesta de largo oficial del Caserón, que ya funciona desde hace un par de meses. "Queríamos hacer algo único, que no hubiera otro establecimiento igual, y creo que lo hemos conseguido", señalaba Tino Álvarez durante la jornada de puertas abiertas. Las habitaciones, con una extensión de entre sesenta y setenta metros cuadrados, cuentan con jacuzzi, televisión en tres dimensiones y un menaje al que no le falta detalle: "Esperamos que todos disfruten en este hotel como nosotros lo hemos hecho durante la reforma", explicó.

Para la reforma del hotel, Álvarez también recibió una subvención de los fondos "Leader". Las obras que realizó en el inmueble tuvieron un coste de 321.000 euros, de los que 150.000 euros fueron aportados por el programa europeo.