Llevo más de cuatro años yendo periódicamente a Bobes y San Miguel de la Barreda para hablar con los vecinos sobre las expropiaciones de Sogepsa por el polígono. El discurso de los afectados no ha cambiado desde el primer día: consideran que los han estafado. El de la Sociedad Mixta y la Administración regional, tampoco: es lo que hay. Estos señores han pagado el metro cuadrado de terreno a 31,06 euros, que viene a ser lo que cuesta una temporada de «The wire» en DVD. Con lo que cobraron por dos metros, los afectados se podrían haber comprado un jamón de los normalitos. Y ahora, cuando se demuestra que en todo el tinglado había algo raro, el jefe de todo ese entramado mixto se desmarca con amenazas de denuncias y acusando a este periódico de «hacer campaña». Hace un par de días volví a Bobes a ver a un grupo de expropiados. Me recibieron muy bien, como siempre, y no escuché ni un reproche. Allí nadie teme que la información vaya a perjudicarlos. A fin de cuentas, a ellos ya los han jodido.