La unión europea de la sidra: visita bretona a Nava tras más de treinta años de hermanamiento

Una delegación de vecinos de Clohars-Carnoët está estos días en el concejo para disfrutar con sus "amigos asturianos".

Navetos y bretones, ayer, ante el palacio de La Ferrería.

Navetos y bretones, ayer, ante el palacio de La Ferrería. / José A. Ordóñez,

José A. Ordóñez,

La sidra es una bebida social que estrecha lazos de amistad sin atender a fronteras. Buen ejemplo de ello es el hermanamiento que desde hace ya más de treinta años mantienen Nava y el municipio bretón de Clohars-Carnoët, con el zumo fermentado de la manzana y el interés común por "hacer Europa desde los pueblos" como claves para esa larga y fructífera unión.

Una delegación de vecinos de Clohars-Carnoët, versión bretona del título de "villa de la sidra" que ostenta Nava, visita estos días el concejo y la comarca para saludar y disfrutar con sus "amigos asturianos". Ayer por la mañana, el grupo recorrió los principales puntos de interés del municipio, entre ellos el palacio de La Ferrería y Ceceda. Luego, por la tarde, navetos y bretones se trasladaron a Villaviciosa, donde, tras pasear por el casco histórico maliayés, fueron objeto de una recepción oficial por parte del Ayuntamiento, que también les ofreció una cena.

El programa previsto para la jornada de hoy incluye una ruta por la sierra de Peñamayor, comida en Bimenes y visita al Museo de la Sidra de Asturias, en Nava. La estancia de los bretones concluye mañana, cuando está previsto que el grupo pueda pasear por Oviedo y conocer el museo El Taller de Títeres, antes de finalizar el programa con una cena institucional ofrecida por el Ayuntamiento naveto.

Este hermanamiento arrancó en 1992 y se hizo oficial con los protocolos suscritos primero en Clohars, en 1994, y un año después en Nava. Lisardo Lombardía, exdirector del Festival Intercéltico de Lorient, y el exalcalde Julián Fernández Montes fueron los promotores de esta conexión entre las villas de la sidra de Asturias y de Bretaña. Por parte bretona, resultó fundamental la pasión de Alan Milice, primer presidente de su comité de hermanamiento, o el cariño de Remedios Punchol, catalana afincada en Clohars desde niña que acabó donando a Nava una valiosa colección de cerámica de Bretaña. Milice y Dolores, ambos fallecidos, han dejado una profunda huella en esta relación.

Clohars-Carnoët tiene a su nombre el paseo fluvial de Nava, mientras que la villa de la sidra asturiana designa a una de las plazas de la localidad bretona. Además, a lo largo de estas tres décadas de hermanamiento se han producido numerosos intercambios culturales y deportivos. Xuan de Con preside la Asociación de Navetos Amigos de Clohars-Carnoët, mientras que el comité de hermanamiento bretón tiene al frente a Laurence Guyomar.