El Ayuntamiento de Carreño ya tramita las obras de reparación del adoquinado del paseo marítimo, en malas condiciones a pesar de haber sido inaugurado hace seis años, pero que desde el primer momento comenzó a dar señales de inestabilidad. Así lo aseguró el alcalde de Carreño, el socialista Ángel Riego, en contestación a una pregunta formulada por el PP.

En tan solo uno meses desde la apertura del tramo de carretera que enlaza Candás y Perlora, de casi un kilómetro de largo, las piezas de adoquín empezaron a desprenderse como consecuencia del paso de vehículos de gran tamaño por la zona, haciendo que a día de hoy el paseo presente agujeros en muchos tramos.

"Es un peligro para la circulación de turismos", protesta el portavoz de la Asociación de vecinos de Candás, Luis Fernández, cuyo colectivo viene reclamando desde hace años la reparación del adoquinado. El peligro del que habla afecta también a los viandantes, muy numerosos, que recorren el paseo a diario, y que podrían incluso verse golpeados por la piedra suelta con el paso de coches.

De hecho, y con el cierre del paseo marítimo en marzo del pasado año a causa de los desprendimientos del monte "Fuxa" en las inmediaciones de Candás, desde el colectivo se urgió al Ayuntamiento a aprovechar "para reparar el paseo", dado que ya se encontraba cerrado al paso de vehículos, aunque no de peatones.

Esta medida ya fue considerada el verano pasado por la concejalía de Urbanismo, que señaló que la reparación estaba siendo estudiada, aunque no ha sido hasta la pasada semana cuando se han puesto en marcha los trámites administrativos que permitan la contratación de las obras.

El pavimento del paseo marítimo ha sido un problema desde su creación. A principios del 2010, y como consecuencia de los primeros desprendimientos del suelo, ya tuvo que ponerse en marcha una primera tanda de trabajos de reparación. Estaba previsto que solo durasen unos días, pero se alargaron durante un mes.

Las obras de sustitución y reparación del paseo, entonces, provocaron quejas desde Perlora, que veía cortado su principal acceso a Candás, teniendo que utilizar como alternativa el paseo de "La Formiga" durante un mes entero. Ahora, curiosamente, está a punto de cumplirse un año, lo hará el próximo mes, desde que se clausuró el paseo marítimo por los desprendimientos junto a la calle Astilleros, que obligaron a también a desalojar a una familia de su casa.