Las sidrerías vascas distan bastante de las asturianas. Allí son las bodegas las que habilitan un local con mesas alargadas y aprovechan la temporada de sidra, a partir de enero y febrero, para ofrecer la nueva sagardoa directamente del tonel: lo que llaman el "txotx" y en Asturias, espichar. Así sacan el carbónico sin escanciar. Estas sidrerías ofrecen un menú de tortilla de bacalao, bacalao con pimientos y chuletón. Cuesta unos 30 euros y se bebe la sidra que se desee. La gran diferencia con las espichas asturianas es que éstas se organizan para un grupo. Es un gran reclamo turístico, poco explotado aún aquí, aunque Asturias aventaja en el consumo de bebida embotellada a lo largo de todo el año.