La localidad llanerense de Robledo tiene a gala ser escenario de la primera fiesta de prau del año en Asturias. Con los rigores del invierno intactos, la Cofradía Sant'Antón levanta desde hace cinco años una carpa en las inmediaciones de la capilla del pueblo para celebrar una fiesta que cada vez tiene más éxito. Este fin de semana no fue una excepción. En la jornada de ayer se celebró el colofón de la fiesta, con una procesión con la imagen del santo llevada en andas por cuatro feligreses, y singularmente encabezada por un perro que precedía al estandarte.

Posteriormente, el párroco de Lugo de Llanera, Ignacio Gallo, bendijo las mascotas en el exterior de la carpa, y finalmente se celebró una misa en honor a Sant'Antón, con muchas de las mascotas presentes.

Animó la sesión vermú la banda de gaitas Fuente La Faya, de la localidad valdesana de El Faedal, y la jornada terminó con la tradicional subasta de alimentos donados por los vecinos de la zona.

La fiesta, tal como se conoce en la actualidad, comenzó hace cinco años, cuando tomó las riendas la cofradía presidida por Aurelio López. Como explica el mayordomo de la capilla de Robledo, José Manuel Vega Suárez, "Casas", "hasta ahora eran solo unas jornadas gastronómicas, que se celebraban unos años sí y otros no, con la comida tradicional de estas fechas: callos, adobu, picadillo y arroz con leche".

"En Robledo había dos bares-tienda, que por estas fechas siempre ofrecían esta comida y que nunca tenían que haber cerrado; entonces, cuando cerraron, decidimos recuperar la tradición y montar una carpa", señaló Casas. Y las jornadas sobrevivieron de forma irregular hasta que, gracias a la nueva cofradía, se han convertido en la fiesta de prau más madrugadora del año, que a pesar de las condiciones climáticas adversas -la lluvia y el frío suelen hacer siempre acto de presencia- son cada vez más multitudinarias. En la cena del sábado había más de 450 personas, y en la jornada de ayer la carpa contó con numeroso público, incluido el de cuatro patas.