Todo el que se acercó ayer al Centro de Iniciativa Rural de El Valle-Guimarán vivió un día entre perros. Un total de 85 canes de 50 razas diferentes se dieron cita en el Concurso Regional Canino de morfología, que celebró su sexta edición en la localidad carreñense en una soleada jornada. En la prueba, punto obligatorio para el campeonato regional, se dieron cita participantes de todos los puntos de la geografía asturiana, Galicia, País Vasco y Cantabria. Todos aprovecharon la ocasión "para ver a compañeros y disfrutar de una bonita mañana" acompañados del "mejor amigo del hombre".

"Venir a este tipo de certámenes es algo que hacemos por hobby. Porque, lejos de poder ganar dinero, aquí tenemos que pagar por todo", explicó María Leonor Núñez, natural de Villaviciosa, quien acudió a la cita acompañada de tres coquetos crestados chinos, dos de la variedad "hairless" y otro de tipo "powder puff". "Nos encantan estos animales porque son muy cariñosos y tranquilos", agregó la criadora, que lleva 12 años "dando a conocer" a esta variedad de can, y que cuenta en su palmarés con varios entorchados nacionales.

La avilesina Noemí Fernández también disfrutó de la jornada en El Valle, y aprovechó la ocasión para promocionar la raza de sus canes, bullmastiff, de los que trasladó un total de once ejemplares. "Es una manera de exhibir estos perros, que destacan por ser muy sociables, cariñosos y buenos compañeros", afirmó la criadora mientras acariciaba un ejemplar de más de 70 kilogramos de peso. Precisamente, por su aspecto y tamaño, los bullmastiff son de esa clase de chuchos que pueden suscitar cierta desconfianza, algo que, aseguró, está "muy lejos de la realidad". "Afortunadamente, la gente tiene cada vez menos prejuicios con según qué tipo de perros, y considero que la sociedad ha empezado a comprender que todo depende de la educación que se le dé al animal", insistió. También desde Avilés, aunque con un solo ejemplar de galgo afgano, Patricia del Valle aseguró participar en el certamen carreñense para "entrenar" a su can. "A estas pruebas menores suelo acudir con cachorros para que se vayan acostumbrando a este tipo de situaciones en las que se van a encontrar con otros perros, ruido, altavoces...", explicó Del Valle, quien esperaba su turno para desfilar en el concurso atusando el pelo de su compañera "Afgan'addiction black poison", de sólo siete meses, y que recientemente ganó "el monográfico de Bilbao".

"Lo que valoran los jueces es que sean alegres de movimientos y que se queden quietos para posar. Todo ello se puede entrenar, pero si no tiene chispa, por mucho tiempo que inviertas con ello difícilmente se conseguirá", agregó.