Aunque la concurrencia de reses en el mercado nacional de ganados de Siero, en la Pola, descendió el año pasado con respecto al anterior, aumentó el valor de las transacciones económicas. La presencia de animales se redujo en un 3,30%, lo que supone 3.745 cabezas menos. Pero la cifra positiva que compensa esta pérdida es el dinero generado en la compra-venta de estas reses, que asciende a los 42.832.860 euros, lo que supone 869.915 euros más que en 2016. Se debe a que las cotizaciones han subido porque se encareció el precio medio de las reses, como es el caso del vacuno mayor de abasto y vida y mediano de vida. Se han mantenido estables los de los terneros de abasto y bajaron los de recría y del ganado equino.

El director del mercado de ganados, José Luis Díaz, interpreta esta subida general de los precios como "una reactivación del consumo y de los movimientos comerciales". "Aunque hemos tenido algo menos de cabezas con respecto al año anterior, el valor comercial de las reses, sin embargo, se incrementó en casi un millón de euros" por la subida de precios, remarca Díaz.

Explicó que se comercializaron 109.596 cabezas a lo largo de las 52 semanas del año pasado con actividad los lunes, miércoles y jueves, lo que supone una media de 2.107 reses a la semana. El valor comercial de estos animales fue de casi 43 millones de euros.

Díaz destacó que desde que se inauguró en 1992 el mercado, pasaron por la instalación 3.195.000 de cabezas y su valor comercial fue de 1.184 millones de euros. "Resulta una cifra importante para el comercio pecuario en Asturias", destacó José Luis Díaz. "El mercado de ganado sigue siendo hoy el principal canal de comercialización de animales vivos en la región", agregó.

Para Díaz es indicativo que de los 109.596 animales que se comercializaron el año pasado, casi el 87% salieran fuera de Asturias. "Es decir, el mercado hace de vehículo de comercialización entre productos generados en Asturias y el resto de comunidades autónomas", subrayó el director del mercado nacional de ganados de Siero, desde donde también se exportó mucho vacuno con destino a Francia.

El tipo de animales que principalmente se comercializa en el mercado de Siero es vacuno menor, mediano y mayor. Díaz apuntó que, en líneas generales, el mercado está perdiendo actividad en el vacuno menor, que son los terneros de menos de 40 días de edad. Estos animales pierden concurrencia los miércoles y jueves. Hasta la fecha venían de otras comunidades autónomas a venderlos a la Pola porque era el último mercado dentro de un circuito comercial que estaba establecido en el norte de España entre Asturias, Galicia, León y Cantabria, afirmó Díaz. El coste del precio del transporte y el descenso del precio de estos animales derivaron en que no fuera rentable para los operadores tantos desplazamientos.

También se produjo un cambio importante en el paso de las explotaciones lecheras, que eran las que generaban este tipo de animales, hacia explotaciones cárnicas. La consecuencia es que perciben un "incremento muy notable de los animales de aptitud cárnica que tiene entre dos y nueve meses". Este vacuno mediano encontró un canal de comercialización muy destacable no sólo en España, sino en países del arco mediterráneo. Se engordan en determinadas comunidades autónomas y salen en barco hacia países como Egipto, Líbano o Argelia desde Cartagena y Tarragona, porque prefieren sacrificarlos allí por el rito halal.

Están aumentado su presencia en los mercados nacionales, en general, y en el de Siero subieron en 2.500, en concreto.