La variedad de tomates que se pueden plantar en la huerta es casi infinita. Tanto, que los hay hasta de árbol. Es el caso del tamarillo, cuyas plantas vende Ramón Javier de Pablo en el mercado de Pola de Siero.

"En la gastronomía es muy polivalente", destaca, pues se usa mucho en zumos y batidos, pero también en crudo, en ensalada o a la plancha. Uno de sus beneficios es que "es diurético", apunta el agricultor. Explica que el fruto se asemeja al tomate de pera. "Con vino, azúcar y canela está buenísimo. Es un postre de Estrella Michelín", confiesa. También es utilizado para preparar mermeladas y otros dulces.

Entre las propiedades y beneficios del tomate tamarillo destaca que es rico en vitaminas, en fibra, en minerales, bajo en calorías, es antioxidate y ayuda a reducir el colesterol y la presión arterial, entre otras virtudes.

Ramón Javier de Pablo explica que aunque este árbol se introdujo en Asturias hace unos 60 años, su cultivo no se popularizó, por lo que "no es muy conocido". "Al principio se utilizaba como una planta ornamental porque sus hojas miden casi un metro", apunta. Pero "poco a poco se ha ido abriendo camino", aplaude.

Explica que es un árbol originario de Centroamérica, pero "aquí se da bastante bien". Ahora es el momento idóneo para plantarlo y es un tomate de invierno, pues su cosecha se recoge a partir de septiembre, por lo que vienen a completar la del resto de tomates que son de planta. Este agricultor señala que "sólo hay que protegerlo del pulgón, del caracol y de la oruga verde", por lo que no es tan delicado como las demás variedades. Es decir, "no hay que sulfatarlo, no le afecta la niebla ni enfermedades como el mildiu", por lo que el árbol de tomate es más resistente.

Puede alcanzar hasta los seis metros y aunque el clima de Asturias es adecuado para su cultivo, es recomendable "protegerlo del frío los primeros años, como al limonero, pero después se adapta muy bien", argumenta Ramón Javier de Pablo, contento porque esta variedad, la de tamarillo, vaya siendo cada vez más habitual y conocida en la huerta asturiana. El plantón ronda los seis euros.

Ahora, en primavera, es el momento para su plantación, con la esperanza de que se logre, crezca y poder, así, recoger su cosecha a partir de septiembre cuando empiece a entrar en producción. El tomate también es un fruto que nace del árbol.