El recuerdo de las Cuencas está siempre presente en los éxitos de los artistas que los vieron nacer. Da igual que se encienda una cámara en Sudamérica, que se suba el telón en Madrid, que el público se levante en La Scala de Milán, o que una crítica diga que eres la promesa de la música clásica. Lo que siempre tira es "el apego" a la tierra y las ganas de volver. Es un sentimiento que comparten los cinco artistas que, ayer, participaron en el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas que se celebró con motivo del XX aniversario de la edición. Llevaba por título "Las Cuencas como trampolín", los valles mineros como plataforma para las actrices María Cotiello y Eliana Sánchez, el músico Aarón Zapico (Forma Antiqva), el actor, guionista y director Maxi Rodríguez y la soprano Beatriz Díaz. Coinciden en que sus profesores de "la escuela" sirvieron para empezar a crecer, pero ahora no se sienten del todo valorados. Quieren que las administraciones vean el talento, el potencial y que aprovechen el patrimonio cultural para generar riqueza.

¿Puede la industria creativa ser una alternativa a la industria tradicional en las Cuencas? Sí, pero con matices. Aarón Zapico es el director de "Forma Antiqva", agrupación de música barroca considerada un referente de la música clásica y que recoge críticas excelentes y aplausos por todo el mundo, asegura que "en el Ayuntamiento de Langreo nunca me han llamado para nada, en los quince años que lleva funcionando 'Forma Antiqva'". Poco ha importado que los otros dos componentes del valorado grupo, aunque siempre en tierra extraña, sean también langreanos: los hermanos de Aarón, Daniel y Pablo Zapico.

Así que, para aprovechar el patrimonio artístico, lo primero es valorar lo propio y dejar de pensar siempre en lo de fuera. Maxi Rodríguez puso la nota de humor: "Siempre está el dicho de 'éste si sigue aquí, no será tan bueno', hay veces que me miran con el rictus triste porque me ven por Ujo. Como si estar aquí fuera sinónimo de no trabajar". Él ha desarrollado buena parte de su carrera en Asturias aunque, hasta ahora, mucho ha ido y ha venido. Dice que uno de los trabajos que más disfrutó fue el rodaje de su "Carne de gallina": "Porque pude venir aquí, invertir en la tierra todo lo que he aprendido fuera. En escenarios de mi niñez, en temas que conozco y que son propios", destacó el polifacético artista. que es natural de Ujo.

Otra que recuerda escenarios de la infancia es Beatriz Díaz. Natural de Boo, se matriculó en el Conservatorio de Aller el año de su apertura. Ahí fue donde empezó sus clases de solfeo y de canto. Luego fue con su maestra, la primera y a la que siempre vuelve: Elena Pérez, de Mieres. Le dijo que quería cantar como Whitney Houston pero, fue una suerte, su maestra no la escuchó. Así nació una soprano de fama mundial, que guarda con cariño una foto con Riccardo Muti. De un día que cantó bajo su dirección en La Scala. Y ese fue el principio de muchos éxitos: "Cuando me preguntan por qué vivo en Asturias, que por qué no en Nueva York o en Italia, yo les digo que aquí está mi gente". Unos vecinos, afirma, "a los que debo que me apoyaran cuando empecé, que me dijeran 'tira p'alante' cuando nadie más me lo decía". Reconoce que Asturias, también las Cuencas, tendría que "blindar" a sus talentos y afirma que plantearse un futuro laboral en la tierra es "prácticamente imposible". "Aquí es donde vuelvo, pero sé que mi trabajo está fuera", explicó.

"Me voy a Madrid para volver aquí con lo que aprenda". Fue el titular que dio María Cotiello en su primera entrevista para LA NUEVA ESPAÑA. Más de una década después, asegura que aquella ilusión era sólo un sueño. Ve difícil retornar en un futuro próximo, aunque acaba de pasar una temporada en "la tierrina". "En una semana me iré a rodar y no sé cuándo podré venir, me parecen unos valientes los que viven con un trabajo artístico en Asturias, hay que currárselo mucho", afirmó.

La que acaba de volver a casa, para ocupar su plaza como fisioterapeuta y compaginarla con su faceta artística, es la intérprete Eliana Sánchez. Vecina de Ujo, la reina en "Águila Roja" (TVE) entre otros reconocidos papeles, apuesta por emprender aquí y seguir adelante con su carrera siempre que sea posible: "Me da mucha rabia cuando alguien me dice que si ya no soy actriz, sólo porque me ven con la bata de fisio. El trabajo artístico es duro y hay que compatibilizarlo con otras profesiones, pasa aquí y pasa en Madrid". "En Madrid era la actriz que es fisio, y aquí soy la fisio que es actriz", bromeó.

Fue Maxi Rodríguez, quizás porque la veteranía siempre es un grado, el que llamó al optimismo. Alentó a sus compañeros de mesa a mirar al frente, porque "hay que olvidarse del aquí y del allá, estamos a cinco horas de Madrid. No hay que dramatizar, hay que trabajar y creer en lo que se hace". Y lo primero, añadió a renglón seguido, es desprenderse "del romanticismo que empaña nuestra visión de las Cuencas y analizarlas con un bisturí crítico".

Los valles mineros les vieron nacer. Crecer, ir a clases de teatro, cantar tonada, pulsar con un primer arco las cuerdas del violín. "Fueron mis profesores del colegio los que despertaron en mí el interés por la música", afirmó Zapico. También Eliana Sánchez y María Cotiello crecieron en el escenario juntas: Cotiello formaba parte de un grupo teatral que dirigía Eliana Sánchez. Maxi Rodríguez supo en su clase de tercero de Primaria que lo que el quería era "contar historias". Beatriz Díaz ganó todas las copas del concurso de canción en las fiestas de su pueblo. Dicen que la personalidad minera les ha ayudado a sobrellevar mejor los "no" de los castings. Que sí, que las Cuencas fueron su trampolín.