Barreñada: "Parece que hay que justificar escribir en asturiano"

El escritor Xulio Arbesú, recientemente galardonado con el premio "Xosefa Xovellanos" intervino en nombre del colectivo organizador y destacó "la gran implicación de Cauce con la cultura, entendida en un sentido amplio" al tiempo que llamó la atención sobre "el apoyo incondicional que presta la asociación a los valores emergentes en este valle del Nalón, que son muchos y vienen pisando fuerte".

El editor de "Biografíes", Antón García, puso de manifiesto que "me siento responsable de que Gonzalo se haya decidido a recoger sus poemas en un libro" y compartió con el público asistente como conoció al autor "a través de internet, el día que descubrí su blog y me encontré con poemas y textos que me sorprendieron y me hicieron ver que nos encontramos ante un escritor de gran interés". García continuó explicando que "dejando aparte mi labor de editor y desde la perspectiva del lector, puedo manifestar que estamos ante un libro extraordinario en el que con cada nueva lectura, es posible encontrar matices que una y otra vez me emocionan". "Barreñada pasea por la Cuenca, reflexiona y opina sobre lo que ve y a través de sus poemas desvela sus inquietudes" continuó el editor que terminó su intervención asegurando que "estamos ante un autor desconocido hasta ahora pero que está dispuesto a hacerse un hueco en la literatura asturiana".

"Nací en Sotrondio y los paisajes de mi infancia van desde Tarna hasta la Chalana, pasando por La Collaona", aseguró Gonzalo G. Barreñada al tomar la palabra. El poeta mostró su convencimiento de que "el amor por la escritura está inexorablemente ligado al amor a la lectura" y recordó como "en mi casa había muy pocos libros, entre ellos una enciclopedia que en uno de sus tomos recogía una historia universal de la literatura". "Leía ávidamente aquel volumen así que se daba el caso de que merendaba en mi casa de El Serrallo leyendo a Ionescu o Pirandello" rememoró el poeta, al tiempo que matizó que "lógicamente por aquel entonces no sabía quiénes eran aquellos señores pero sí sabía que me encantaban sus historias". De aquel libro pasó "a ser asiduo de la biblioteca de San Martín y del Kiosco de El Entrego" y tal era su afán por leer que como el mismo aseguró "me recuerdo comiendo pulpo en Casa La Conda y con un libro entre las manos, o leyendo en cualquier bar mientras los tertulianos debatían sobre el partido de la jornada y yo usaba como marca páginas un ejemplar de la hoja deportiva cuidadosamente doblado". Barreñada finalizó su precisa y preciosa hilatura de recuerdos y paisajes, asegurando que "escribir no es fácil ya que hay que coger el ritmo a las palabras y un adjetivo de más puede echar abajo el mejor de los poemas" y dejando patente que "escribo en asturiano porque crecí entre gente que hablaba así y aunque en ocasiones parece que tienes que justificarte por ello, yo no voy a hacerlo".