El Centro de Rehabilitación en Drogodependencias (RED) de Mieres, gestionado por la asociación "Buenos Amigos", ha ampliado su oferta de tratamientos con una nueva terapia ambulatoria. Se trata de un proceso "más flexible" y que permitirá a los pacientes seguir con su vida mientras se recuperan. Esta nueva oferta responde a una necesidad que los responsables del RED han detectado: cada vez hay más personas con un problema de adicción que rechazan la terapia para no pedir la baja en el trabajo.

La terapia ambulatoria se suma al tratamiento convencional del centro, que sigue ofertándose con normalidad. Elisabeth Ortega es la presidenta del centro RED y explica que "este nuevo tratamiento requiere el mismo nivel de compromiso, incluso más, pero interviene menos en la actividad laboral o en las relaciones sociales". El paciente tiene que estar involucrado en el programa, no romper con su vida y mantenerse lejos de las sustancias.

Este nuevo modelo de terapia tiene tres fases. La primera es la más rigurosa, con sesiones individualizadas cada semana y análisis para controlar el consumo de sustancias. Tiene una duración de tres meses. La segunda, otros tres meses, en la que la terapia se espacia y hay un seguimiento. El plan se completa con otros seis meses con seguimiento menos frecuente. En ningún caso superará el año de duración, para garantizar la efectividad del tratamiento. Según Elisabeth Ortega, "si al término de la intervención la adicción persiste, se sugerirá al usuario que se adhiera a otra modalidad de tratamiento".

Centro pionero

El centro RED trabaja sin descanso para personalizar su oferta de tratamientos y abordar con efectividad cada caso que recibe. De hecho, el centro de Mieres es pionero en el tratamiento de adicciones desde una perspectiva de género. Hay un programa específico para mujeres que sufren una adicción. Se puso en marcha hace ya dos ejercicios, también por una razón de peso.

El sentimiento de culpa, el estigma social, la familia... Hay cuestiones que, generalmente, pesan más en las mujeres que en los hombres con un problema de adicción. Según Elisabeth Ortega, "decidimos especializar nuestras terapias porque había muchos temas que se quedaban en el tintero durante las sesiones grupales". Sufrimientos ocultos de muchas mujeres que padecen o han padecido una adicción: maltrato físico o psicológico por parte de sus parejas, abusos, relaciones difíciles con padres e hijos.

La terapia en el centro RED, pionera en la región, propone sesiones únicamente para mujeres. Esto supone, según la psicóloga y responsable del centro, que "la conversación sea más íntima, entre iguales, y que los usuarios se abran más". También tienen sesiones grupales en las que se notan los efectos: "La relación entre usuarios, hombres y mujeres, es más fluida desde que pusimos en marcha el programa de género". El programa adaptado al género está dirigido por un grupo de profesionales, con psicólogos y sexólogos a la cabeza de las terapias.

"Nuestro objetivo es seguir creciendo para cubrir todas las necesidades sociales con las que nos vamos encontrado", afirmó Ortega. Y, para lograrlo, están ampliando instalaciones. El centro RED completará su oferta de tratamientos con un piso tutelado para pacientes que ya están en la última fase de la terapia convencional. Se trata de una vivienda que están terminando de arreglar y que empezará a funcionar en unas semanas. En este piso, los usuarios del centro podrán alcanzar ya el último objetivo de su tratamiento: aprender a vivir solos de nuevo, a ser independientes de todos y de todo. También de las sustancias.

El perfil de los usuarios del centro RED no ha cambiado mucho en los últimos años. Lo que preocupa a los profesionales es que los problemas de adicción se dan cada vez a una edad más temprana. Además, Ortega avisó hace ya dos años de que la heroína regresaba a la calle, tras unos años de silencio. También están ahora centrados en las adicciones sin sustancia: ludopatía y abuso de las nuevas tecnologías.