Oviedo, Antonio LORCA

El éxito colectivo que supondría para Villa ganar mañana el Mundial con la selección española se podría ver culminado con otro gran premio a su labor individual: el «Balón de oro» del Campeonato del Mundo, que entrega la FIFA al término de la final, y que se otorga con las votaciones de toda la prensa acreditada en el Mundial.

Villa, tras la final del domingo, podría suceder a Zinedine Zidane como «Balón de oro» mundialista. El de Tuilla ha sido designado por la FIFA como uno de los diez candidatos que optan a este galardón. Junto a él, otros dos jugadores más de la selección española están en esa privilegiada lista: Xavi e Iniesta. Y los tres se verán las caras en la final de mañana con otros dos candidatos: Robben y Sneijder. La nómina de aspirantes la completan el uruguayo Forlán, el ghanés Gyan, el argentino Messi y los alemanes Özil y Schweinsteiger.

Pero no todos los candidatos parten con las mismas opciones. Desde que se comenzó a entregar este premio en el Mundial de España de 1982, salvo en una ocasión, siempre se le ha dado a un jugador que había disputado la final. La única excepción fue en Italia-90, cuando la «Bota de oro» fue a parar al italiano Schilaci, cuya selección fue eliminada en las semifinales por Argentina. El delantero transalpino fue la gran sorpresa de la competición y, además del «Balón de oro», se llevó la «Bota» del mismo metal como máximo goleador.

Parece poco probable que este galardón vaya a parar a jugadores que no han alcanzado ni siquiera las semifinales. Este hecho deja prácticamente descartados a Messi y a Gyan. En cuanto a los alemanes Özil y Schweinsteiger, eliminados por España en la semifinal, tampoco parten como favoritos y menos teniendo en cuenta que se trata de dos centrocampistas que fueron claramente superados por Xavi y por Iniesta en el partido que enfrentó a España y Alemania. En su momento, Schilaci tenía a su favor que había sido el máximo goleador del torneo, lo que ayudó mucho a que finalmente fuera seleccionado también como mejor jugador.

A ese detalle tendrá que agarrarse el delantero uruguayo Forlán para optar al galardón. Con 4 goles, el partido por el tercer y cuarto puestos que le enfrenta hoy a Alemania podría auparle al frente de la tabla si consigue dos o más dianas, adelantando a Villa y a Sneijder, y si ninguno de los dos jugadores consigue marcar mañana, al menos asegurarse la «Bota de oro».

Pero parece claro que el título se lo van a disputar los cinco candidatos que participan en la gran final. Y entre ellos, dos hombres parten con ventaja: Villa y Sneijder. Los datos así lo dicen. Ambos jugadores son los máximos goleadores del Mundial con cinco tantos cada uno. Y no sólo eso. Tanto uno como otro han salido al rescate de sus selecciones cuando éstas más lo han necesitado en el Mundial.

Villa fue determinante en la primera fase. Cuando España no acababa de funcionar, en los peores momentos del equipo después de arrancar con una derrota ante Suiza, apareció el de Tuilla ante Honduras para enderezar el rumbo con sus dos goles. En los siguientes partido el juego español seguía sin estar afinado y Villa puso la efectividad y le dio la tranquilidad que tanto necesitaba. Ante Chile, en otra prueba de fuego, en otro encuentro donde los hombres de Del Bosque no encontraban su mejor juego, volvió a aparecer el Guaje para abrir el marcador. Y lo hizo de una forma magistral, aprovechando una mala salida del portero chileno para, desde más de 40 metros, introducir el balón en el fondo de la portería chilena. Ya en los octavos de final Villa volvió a enderezar el rumbo de un equipo al que de poner algún defecto habría que hablar de su poco acierto goleador: tan sólo siete goles en seis partidos, de los que cinco han salido de los pies del Guaje. Ante los lusos, muy cerrados en defensa, España no conseguía abrir el marcador, aunque dominaba en el juego. Entonces apareció el asturiano para hacer el tanto de la victoria que llevó a la selección a los cuartos de final.

La misma canción se repitió ante Paraguay. Una vez más, España pasó dificultades ante la aguerrida selección sudamericana. Los de Del Bosque no se adelantaban y fue Villa el que volvió a abrir la lata. Pedro tiró al palo y Villa recogió el rechace para poner a la selección española en las primeras semifinales de su historia. Con sus cinco goles el Guaje ha sido el jugador más determinante para que España haya llegado hasta la final, y si consigue que con un tanto suyo España se proclame campeona del mundo, será difícil que alguien le arrebate el título de mejor futbolista del Mundial. Un galardón que le uniría a una lista en la que están mitos de la talla de Romario, Ronaldo, Maradona y Paolo Rossi.

Con la voluntad decidida de arrebatar este galardón al Guaje está Sneijder, que, con otros 5 goles, está siendo el alma de Holanda. En un estado de forma espectacular, el jugador del Inter consiguió la gesta de darle la vuelta al partido que Holanda perdía con Brasil gracias a sus dos goles. Su personalidad dentro del campo y su determinación a la hora de atacar le hacen ser el hombre más peligroso de la «oranje» en la final mundialista y un claro candidato a «Balón de oro».

Un poco por detrás parten los otros tres aspirantes que también estarán en la final. Sobre todo Robben. Recién salido de una lesión se perdió casi toda la primera fase. Y aunque en los octavos ante Eslovaquia fue el hombre del partido, en cuartos y semifinales se atascó con las defensas brasileñas y uruguayas y el protagonismo fue para su compañero Sneijder.

Mucho mejor que Robben han estado Iniesta y Xavi. Los barcelonistas han completado una actuación fantástica. La recuperación de Iniesta ha dado muchas más opciones al ataque español. Por su parte, Xavi es el motor del equipo. De los candidatos es, con diferencia, el que más pases ha dado (570) y es el faro que ilumina a España.

Todos renegarán de las distinciones individuales y está claro que lo importante es el Mundial, pero no cabe duda de que, cuando se entregue, a nadie le amargará este dulce.